(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Santiago Ramos Mingo, defensor de 18 años, fue presentado en el Barcelona B. El tema es que, hasta ahora, Boca nada pudo hacer para evitar el viaje del chico y tampoco recibió nada de parte del club culé. La idea del Xeneize es llegar a un arreglo, como llegó River con el Villareal tras la salida de Tiago Geralnik, de 16 años, por la patria potestad.

El presidente Xeneize, Jorge Amor Ameal, puso el grito en el cielo por esta situación: "No puedo creer como nadie vio que podía irse a Barcelona. No recibimos un peso, pero lo vamos a pelear", advirtió en declaraciones a la "Oral Deportiva".

El Barça le hizo un contrato por tres años al juvenil y le impuso una cláusula de rescisión de €60 millones. Cláusula que subirá a €100 millones si pasa al primer equipo Culé. El defensor de 18 años no quiso firmar su primer vínculo con Boca y se terminó yendo libre, sin embargo, la actual CD que "heredó" esta situación, está viendo de qué manera puede sacarle algo al Barcelona y a la FIFA.

Lo que correspondería, en principio, sería un pago de €290 mil del club culé al Xeneize en concepto de derechos de formación, a razón de €10 mil por cada año que Ramos Mingo estuvo en el Xeneize, antes de cumplir los 16. Esos años fueron dos, porque llegó el 9 de marzo de 2015, con 14 años de edad. Luego, le corresponden €90 mil por cada uno que estuvo de ahí en adelante -otros tres- pero el club argentino quiere más. ¿Puede conseguirlo?

Boca tiene a su favor una serie de argumentos. El primero de ellos es que, además de haber sido registrado en AFA como jugador de Boca hasta junio de 2020, a lo largo del 2019 el defensor central de 18 años recibió viáticos, alojamiento, equipamiento, comida, asistencia médica y otros conceptos, que representaron un monto mayor a lo indispensable para su práctica deportiva. Eso pone en juego el artículo 2° del RSTP (Regulación del Estado y Transferencia de Jugadores) de FIFA. ¿Qué dice ese artículo? Que para ser profesional un jugador debe cumplir dos requisitos: a) debe tener un contrato de trabajo escrito con un club (lo que no hay) y b) debe percibir un monto superior a los gastos que realmente efectúa por su actividad futbolística. Y como el punto b) sí se cumple, Boca irá en busca de más dinero. 

Boca entiende que Ramos Mingo tiene un vínculo profesional con la institución, uno que el defensor evitó regularizar las dos veces que Boca lo convocó a tal fin, durante el año 2019 y, al última de ellas, en enero de este año, ya con la nueva CD en el cargo. 

En primera, Ramos Mingo formó parte del plantel titular en dos amistosos. En uno de ellos, ante las Chivas de Guadalajara disputó 4 minutos y jugó 21' ante Xolos de Tijuana, en la misma gira del verano 2019. Además, formó parte de la lista de buena Fe de la Copa Libertadores 2019 e incluso llegó a ir al banco de suplentes en el duelo de revancha ante Athlético Paranaense, en los 8vos de Final. 

Boca, entonces, apunta a pedir un porcentaje de una futura transferencia y algún tipo de indemnización extra por los mentados "derechos de formación" que superen los €290 mil que corresponden según los Reglamentos. Al menos, lo intentará. El peor perjuicio ya lo sufrió al perder una de las joyas de su cantera.