(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Rueda la pelota y gira la rosca. El fútbol es política y negociación hasta adentro de un vestuario en la previa de un partido. Faltaban minutos para las 11 de la mañana de este domingo, y las charlas por lo bajo contenían de todo: pago de operativo, suspensión de partido, cambio de sede y cuentas por doquier. 

La situación, según supo DOBLE AMARILLA, se originó en la intención de Boca de no jugar el partido desde el mismo momento en que pisaron el estadio. El calendario apretado y la necesidad de ganar si o si en Colombia hacía que en el bunker Xeneize pensaran en que jugar el partido significaba cansar a los jugadores y ponerlos en riesgo de lesión. Desde ese origen, Boca hizo todo para suspender el partido. El gesto del dirigente (sin cargo formal, pero con funciones de hecho bajo el rótulo de ‘asesor’) Juan Carlos Crespi al salir de la última reunión en el camarín de los árbitros fue por demás elocuente: sonrisa y guiño de ojo. La misión estaba cumplida. 

¿Pero cómo se llegó a eso? Postergar el partido significaba una pérdida de dinero enorme para Gimnasia, porque los albiazules ya habían gastado plata pagando el operativo y abriendo el estadio e iban a tener que volver a abrirlo en otro momento (se jugaría el 9 de mayo). La intención de los jugadores, no corría. Eran meros espectadores, al margen de que los de Boca (con su DT), lógicamente no querían jugar, y los de Gimnasia sí querían que arranque el partido. Boca debía convencer a los dirigentes del ‘Lobo’. Y en virtud de ello, los xeneizes ofrecieron (vía Juan Carlos Crespi) el pago del 50% del gasto del operativo de seguridad que tenga que abonar Gimnasia el día que se juegue el partido.

La rosca, no terminó ahí, porque a pesar del gesto de Boca, Gimnasia seguía perdiendo plata. Entonces, resultaba fundamental la participación de la Seguridad. Juan Manuel Lugones se sentó en la imaginaria mesa de negociaciones en la lluviosa mañana dominical, y entre todos acordaron, en primera instancia, que el partido se pueda jugar en el Único, con público de las dos parcialidades. Esto deberá contar con la aprobación del Ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. 

Con el detalle de la presencia de ambas parcialidades, para nada menor, Gimnasia recupera todo el dinero que va a tener que pagar en la previa del partido para que la Policía de la Provincia le brinde seguridad. Incluso, hasta los más optimistas podrán decir que recupera todo el dinero invertido este domingo y el día que se juegue el partido. Al menos, no perderá plata. Y en el mundo del fútbol, hace rato se perdió la inocencia. Ya nadie hace algo sin intención. Y para llegar a sus cometidos, la rosca es el camino más elegido.