(Desde la redacción de DOBLE AMARILLA)  El futuro de La Bombonera es incierto. La opinión de los dirigentes del club está dividida. Algunos quieren un estadio nuevo, mientras que otros pretenden agrandar la actual y no cambiar de lugar. Como gran parte de los hinchas Xeneizes que prefieren mantener la mística y no irse de casa.   

Ayer por la noche, en la asamblea en la que participaron 14 de las 15 agrupaciones entre oficialismo y oposición, se debatió qué hacer con el estadio de Boca. Según pudo averiguar Doble Amarilla, la reunión de los dirigentes fue cordial y se trató el tema con seriedad. Hubo opiniones cruzadas, aunque el presidente Daniel Angelici dejó asentada su postura, que es que en su gestión no habrá nueva cancha, pero si un proyecto acordado para ver cómo seguir en el año 2020.

Tal como había adelantado Doble Amarilla, hace unos meses atrás, la dirigencia xeneize hará todo lo posible por comprar las dos medias manzanas que están detrás de los palcos que hacen falta para ampliar el mítico estadio. Una vez realizada la compra, se encararían las obras para lograr que La Bombonera se convierta un recinto con una capacidad cercana a las 80 mil personas.

Según el relevamiento que hicieron los directivos, en esas dos medías manzanas hay 129 unidades funcionales (propietarios). Esas unidades están en 49 terrenos, entre los cuales hay edificios, casas, PH, los antiguos conventillos y locales comerciales. En tanto, la información que manejan desde el club es que de ese total, el 63% tiene intenciones de vender o negociar su propiedad, es decir que el 37 restante no está en condiciones de vender. Dentro de ese 37%, hay un núcleo duro, el 15% que no quiere vender de ninguna manera. 

El tema clave en este asunto está en el dinero. Anoche, se resolvió que en un mes, Boca va a hacer una oferta pública por la totalidad de las manzanas que están valuadas en 20 millones de dólares. En esa propuesta, cada propietario decidirá si vende o no. Si al menos el 85% decide vender, el club está decidido a comprar.

De no conseguirlo, comienza la otra parte del plan que ya tiene charlas previas y que posiblemente sea la etapa más polémica. Hay diversos inversores que están preparados para aportar lo suficiente como para que el nuevo estadio de Boca sea una realidad y el plan de pagos para la devolución esta armado de tal manera que el club de la ribera no tenga perjuicios económicos y sea solvente a la hora de pagar.

De acuerdo a la información que maneja Doble Amarilla, Boca le cedería el 50% de las recaudaciones a los aportantes de dinero durante un lapso no menor a doce años (pueden ser catorce de acuerdo a la cotización del dólar) y de esa manera devolvería capital e intereses sin tener que resignar dinero del capital actual y cambiar la actividad mensual económica.

Es que claro, actualmente el club que preside Angelici tiene 200 mil socios (el Barcelona tiene 140 mil) y un estadio más amplio, seguramente también sería más redituable. Con recursos propios o en sociedad con aportes externos, Boca va en busca de ampliar su cancha. La moneda está en el aire, sólo resta saber de qué lado caerá.