La grave crisis económica y financiera que atraviesa Independiente hacen que sus potenciales refuerzos se replanteen la idea de llegar al club. La semana pasada Emmanuel Gigliotti y Emanuel Más declinaron ofrecimientos para sumarse y terminaron sellando su llegada a Nacional de Montevideo y a Estudiantes respectivamente. 

Lo cierto es que tras la sorpresiva salida de Silvio Romero al Fortaleza de Brasil y de Jonathan Herrera a Patronato de Paraná, Independiente necesita incorporar a un delantero que pueda aportarle gol a un equipo que se quedó sin referentes. 

Por eso, los dirigentes del Rojo apuntaron a Damián Batallini, el punta surgido de Argentinos Juniors y que fue sondeado por Boca y River en mercado de pases anteriores, pero que terminó jugando en Atlético San Luis de México.

Si bien desde un principio al delantero lo sedujo el proyecto deportivo que hoy encabeza Eduardo Domínguez, desde su representación esperan que Independiente levante las inhibiciones que hoy ascienden a U$S 1,1 millones para concretar su traspaso. 

Pero el temor de los asesores de Batallini es que el jugador atraviese por la misma situación que Joaquín Laso. El zaguero central llegó en el invierno del 2021 al conjunto por entonces de Julio César Falcioni, pero por los problemas financieros del club, no pudo debutar hasta varios meses más tarde.

Desde la dirigencia del Diablo le aseguraron tanto al jugador como a su representante que las deudas se cancelarán en el corto plazo con el dinero que ingrese por la venta de Alan Velasco a la MLS. Una transferencia que, hasta los propios dirigentes por ahora no quieren cerrar, ya que consideran que podrían sacar más dinero. Sin embargo, el atacante joven ya dejó en claro que quiere seguir su carrera en el exterior.

El Rojo debe abonarle U$S 220 mil a José Chamorro, representante de Fernando Gaibor, U$S 700 mil a Defensor Sporting por Carlos Benavídez, actualmente en el plantel y € 59.325 (€ 34.325 en intereses) y 5.000 francos suizos a Celta de Vigo por Pablo Hernández.