(DE LA REDACCIÓN DE DOBLE AMARILLA) El presente de San Lorenzo no es ninguna "jodita". La eliminación de la Copa Libertadores, a manos de Lanús, más el golpazo en la Copa Argentina, ante Morón y la certeza que en el torneo local el equipo está a unos pasos del nivel de Boca y River, configuran un panorama desolador desde lo futbolístico. En 2018, el club no jugará ninguna copa internacional y sólo peleará para asegurarse su lugar en la edición 2019 de algún torneo. Un botín demasiado escaso para un equipo que se armó para volver a intentar la conquista de América.

Es en este escenario que vuelve a emerger la figura de Marcelo Tinelli. El conductor televisivo y vice de la entidad, decidió volver a meter las manos en el barro del fútbol de San Lorenzo para intentar apuntalar una crisis que se llevó puesto a Diego Aguirre y dejó malherido a Matías Lammens, a quién muchos socios e hinchas juzgaron "padre" del estruendoso fracaso futbolístico.

El regreso de Tinelli, que está semana fue a full, se basa en dos pilares principales: la elección del nuevo DT y traer dinero al club, ya que no habiendo pasado de fase en la Copa Libertadores, el club dejó de ganar mucha plata que le vendría bien en lo inmediato. Es más, según averiguó "Doble Amarilla", la crisis alcanzó un punto altísimo cuando el mes pasado hubo serios atrasos en el pago de sueldos. Tinelli, entonces, sabe dos cosas: que es una base fundamental en el proyecto fútbol y que su presencia funciona como un imán para generar recursos para una institución que los necesita.

En la elección del nuevo DT, Lammens y Tinelli mantienen diferencias. Mientras el 'Cabezón' quiere tomarse su tiempo y elegir un técnico "largoplacista" a Lammens lo seduce poner ya un hombre a cargo del fútbol e ir despejando la maleza. El triunfo del equipo que dirigió 'Pampa' Biaggio ante Estudiantes en su debut como interino, le da un poco de aire al club y más "vuelo" a la propuesta de Tinelli. Para que se entienda: el vicepresidente siempre intentó emular los modelos de Vélez y Newell's, clubes a los que considera formadores, vendedores y exportadores de jugadores. Es por eso que el vicepresidente siempre se preocupó por buscar un técnico de largo plazo y que haya dinero para las divisiones inferiores. Lammens, en cambio, vive más el día a día.

Un regreso que había empezado hace un tiempo

Hace poco más de 20 días, Marcelo Tinelli había "vuelto" al fútbol 'azulgrana'. Se reunió con representantes de jugadores y también con Lammens y Diego Aguirre. En esa reunión, habían ratificado la continuidad del hoy ex DT del club. Luego, el 'Cabezón' volvió a desaparecer.

Sin embargo, dicen en Boedo, que ahora llegó para quedarse. Entendió que es parte fundamental para que todo ande mejor e incluso se lo vio muy cerca del plantel, en los últimos días. También, como parte de ese regreso, volvió a charlar largo y tendido de fútbol con el presidente de la institución, pese a las diferencias que mantienen y al distanciamiento, inocultable, entre ambos. Es más, gente allegada al club define el vínculo entre ambos como "un ejercicio de constante diplomacia". En criollo: La relación no mejoró, pero ambos se esfuerzan para que no se note más de la cuenta.

Eso sí, lo primero que ocurrió apenas Tinelli volvió a pisar el club, es que se le puso un freno a la búsqueda del sucesor de Aguirre. Como contamos unos párrafos más arriba, Tinelli quiere asegurarse un hombre a largo plazo, que le de bola a las inferiores y que pueda construir un proyecto en un año en el que San Lorenzo sólo disputará la competencia doméstica. 

Tinelli desembarca así nuevamente en Boedo. Del fútbol se había alejado mucho. Es más, sólo ocupó su palco en el Pedro Bidegaín dos o tres veces a lo largo de este 2017. Sí se lo vio sumamente activo con el proyecto básquet, que hace pocas semana dio dos grandes golpes a nivel mundial al vencer, en España, a los equipos de Real Madrid y Barcelona. El 'Cabezón', ahora, intentará trasladar ese éxito al fútbol, como ya hizo en 2014, cuando el Ciclón se llevó la Copa Libertadores de América y todo era risas y no había nubarrones en el cielo azulgrana.