All Boys avanzó esta noche a los 16vos. de final de la Copa Argentina, tras superar en los penales a Gimnasia y Esgrima de Mendoza por 4-2, en duelo de primera ronda del certamen que involucró a dos equipos de la Primera Nacional, que compiten en la zona A.

El estadio Juan Carlos Zerillo, del club Gimnasia y Esgrima La Plata, fue escenario de un discretísimo partido que finalizó igualado sin goles.

En la definición con remates desde el punto del penal, el arquero ‘albo’, Lisandro Mitre, se lució al detener los disparos de Fernando Bersano y Bruno Nasta.

En la próxima instancia, All Boys, que viene cumpliendo una floja campaña en el campeonato de ascenso y ocupa provisoriamente la 18va. colocación (con lo que tendría que revalidar su lugar en la categoría en un repechaje frente a un elenco de la zona B), se medirá con Estudiantes de La Plata, que dejó en el camino a Independiente de Chivilcoy (3-0).

El primer período entregó fútbol en cuentagotas. El conjunto mendocino exhibió mayor prolijidad en el traslado, pero no pudo progresar a través del cerrojo defensivo propuesto por el visitante, más allá de alguna que otra proyección por la banda derecha del lateral Fabrizio Acosta.

El equipo de Floresta, con menor contacto con el balón, fue más directo y dispuso de las oportunidades más claras. Por caso, un remate de Matías Muñoz, desde fuera del área (4m.), que fue desviado al córner por el arquero Olivera.

El segundo tiempo, directamente, fue un simposio de imprecisiones y préstamos de balón sin saber cómo utilizarlo. Dentro de ese contexto paupérrimo, el ‘Lobo’ mendocino insinuó algo más, pero no tuvo profundidad, argumento que le impidió arrimar peligro a la valla de Mitre.

El conjunto ‘albo’ apostó a la contra, mejoró con el ingreso del pibe Lautaro Taboada (19 años) y pensó el partido como para sostener el cero en arco propio, luego de las dos derrotas consecutivas ante Deportivo Morón (0-2) y Almirante Brown (0-3), que lastimaron el funcionamiento colectivo del conjunto que dirige el DT Norberto Paparatto.

En la definición súbita, el equipo de Floresta arrancó mal porque su capitán, Matías Muñoz, le regaló el envió a las manos al guardavallas Brian Olivera, pero Mitre exhibió sus dotes de especialista y detuvo dos disparos.

De esta manera, los casi mil ochocientos simpatizantes que viajaron desde Floresta a la capital provincial bonaerenses se retiraron felices y conformes como tal vez no lo hicieron en ninguno de los 16 encuentros anteriores de la temporada.