Hay poco para rescatar. Independiente sufrió para avanzar por Copa Argentina y hasta en un momento se las vio negras ante Central Norte de Salta, equipo que milita en la zona B del Federal A pero que todavía no debutó en dicho torneo, llevó a los de Eduardo Domínguez a la definición por penales para ver quién avanzaba. Con la victoria del Rojo, ahora espera rival entre Atlético Tucumán y Brown de Adrogué para la próxima instancia.

Cuando el primer tiempo llegaba a su fin, el mediocampista Domingo Blanco marcó un golazo que significó el empate 1-1 parcial y que derivó en los tiros desde los 12 pasos y al momento del festejo, llevó su dedo índice a la boca y pareció hacer callar a los hinchas del Rojo, descontentos con el rendimiento mostrado en el Kempes. Tras la clasificación, dijo que el gesto de fue para los que lo amenazaron y no para los hinchas de la entidad de Avellaneda presentes allí"El gesto fue para los que me amenazaron con pegarme un tiro. No para el hincha, que si lo tomó a mal, le pido disculpas y le digo que me equivoqué", sostuvo el futbolista.

"Quiero decir que no fue para el hincha común. Fue para los que me amenazaron, me mandaron mensajes amenazantes por el tema de la renovación de mi contrato", insistió.

Blanco, quien todavía no renovó su vínculo (vencerá en junio venidero), tuvo un complicado arranque de temporada en este 2022, con una lesión meniscal en la rodilla derecha, que le impidió ser parte del equipo durante casi 45 días. "La pasé muy mal. Me tuvieron que medicar con pastillas muy fuertes por esta situación de las amenazas. El hincha común, tal vez, no lo sabe, pero nunca estuvo en mi ánimo faltarle el respeto", aclaró.

"Entiendo que mucha gente pretende que me quede, pero de ahí a amenazarme con golpearme si no firmo la renovación es muy feo", agregó. Blanco remarcó que está en el club de Avellaneda "desde hace siete años y siempre quise quedarme acá. Si renuevo o no todavía no lo sé. Espero que pueda concretarse una reunión con mi representante durante esta semana", contó.