Una imagen inusual se vio en Santa Cruz de la Sierra, ciudad a la que llegó River este miércoles. En el medio del arribo del plantel al hotel, apareció sorpresivamente un hincha de Boca con la camiseta xeneize puesta que, lejos de mostrarse distante, saludó a los jugadores del Millo y hasta se sacó fotos. La admiración puede más que los colores...

A los propios futbolistas también los agarró por sorpresa la presencia de este fanático, aunque sin ningún tipo de problemas accedieron a las selfies. Ahora, ya piensan en la ida ante Jorge Wilstermann, este jueves desde las 21.45.