(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Leandro Paredes que jugó en Boca y Sebastián Driussi, un valor surgido de las inferiores de River, juegan hoy junto en el Zenit de la Liga de Rusia y hace instantes subieron a sus respectivas redes sociales una foto en la que cada uno se puso su camiseta del club argentino al que perteneció y se dan un abrazo. "Somos rivales, no enemigos", escribieron. 

El volante, que estuvo entre los 35 preseleccionados de Jorge Sampaoli pero no logró hacerse un lugar en la lista definitiva, lleva un año jugando en Rusia.

A los 23 años y con un futuro de Selección por delante, Paredes jugó en el Xeneize entre 2010 y 2013. Ese año, Roma compró su pase y lo cedió a préstamo a Chievo Verona (2013/14). La temporada siguiente jugó en el club dueño de su pase y luego se fue cedido nuevamente, aunque esta vez a Empoli (2015/16).

Driussi llegó a River Plate en 2005, club en donde se destacó en las divisiones inferiores. En 2007, con 11 años, consiguió un acuerdo para cobrar cuarenta mil dólares antes de tener un contrato profesional.

En mayo de 2013 junto con un combinado sub-17 de River Plate, disputó el Mundial de Clubes Sub-17 de ese mismo año. Culminaría siendo el goleador de dicho torneo, además de ganarle la final al Atlético Madrid con su propio gol con el que se consagró campeón. A partir de allí se lo conocería como "la joya" dado que a su corta edad se presentaba como un futbolista de carrera promisoria dentro de la cantera del club de Nuñez.

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