(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Separados por sus sellos y con el objetivo común de acaparar el mercado, la batalla de las cervezas llegó al fútbol. Luego de llevar su lucha publicitaria al plano de la familia de la farándula con la participación de Ricardo Darín y Guillermo Francella en publicidades de Quilmes y de los hijos de ambos en anuncios de Schneider, la disputa, por estas horas, pasa por otro lado. Como una presa de lucha entre las dos multinacionales que controlan el mercado cervecero en Argentina, el fútbol local se divide, también, entre Quilmes y Schneider, las marcas emblema de las dos multinacionales que acaparan el mercado. Deporte, medios, sponsoreo y negocios. Lo que pasa y lo que pasará, desde el punto de vista del marketing deportivo, ya es muy atractivo.

Vamos por la empresa quilmeña: selló el vínculo con la Superliga como main sponsor del torneo de Primera División. Hubo lanzamiento ante dirigentes y prensa, y así la marca de cerveza volvió a estar en el centro de la escena futbolera. 

Pasamos a la marca Schneider: tiene fuerte presencia en los medios, sobre todo deportivos. Es tan intensa la apuesta que lleva adelante la marca, que el regreso de Quilmes a las primeras planas publicitarias corrió peligro. Según pudo saber Doble Amarilla, la televisora Fox se oponía a que la Superliga firme con Quilmes, porque aducía tener un contrato de exclusividad con Schneider. 

Ejemplos de la fuerte presencia de Schneider en la señal deportiva, son varios: hay una marcada presencia en envíos como los de Sebastián Vignolo durante la semana, o el programa Gustavo López y Martín Liberman los domingos. Esto, se extiende a otras señales: en TyC, en el programa de Diego Díaz, son habituales las consignas con el público. En radio, Mariano Closs cuenta con el apoyo de la cervecera. 

En su momento, desde la Superliga, lograron torcer la voluntad de Fox, y cerraron acuerdo con la marca quilmeña. A su vez, Quilmes se acercó a Turner y acordó con la otra televisora, igualando la acción de su competencia, pero Schneider sigue avanzando. En primera instancia, cerró con Carlos Abdo y copó la publicidad estática. Segundo, dio inicio a una serie de acuerdos con los clubes. Sponsorea a los clásicos de La Plata y del Sur, además de patrocinar a Racing. Dentro de esos acuerdos tiene presencia en las redes sociales de la Academia, el Pincha y Gimnasia. Banfield, por su parte, hace sorteos y concursos basados en la cerveza con sus socios. Lanús, de momento, no ha mostrado actividad en redes sociales. En todos los clubes con contrato con Schneider hay obligación de tener el logo de la empresa en los back panel de prensa y siempre, en las conferencias, lucirán dos latas de cerveza delante del protagonista. 

Presentación de los refuerzos de Racing, con Schneider como respaldo.
Presentación de los refuerzos de Racing, con Schneider como respaldo.

Quilmes, se quedó con el naming del torneo, con el acuerdo con Turner y busca más margen de acción con nuevas herramientas. Por contrato, no se puede publicitar hasta tres metros de altura en las canchas por fuera de Estática Internacional. Por encima de esa altura, está todo permitido. Por eso, Quilmes incursiona en la publicidad “en altura” y en el Superclásico colocó globos de helio en altura del Monumental. Además, Quilmes en ese partido estrenó el pórtico, por donde se dio la fallida salida en conjunto de los equipos. ¿Se repetirá en muchos partidos esa idea? La lucha, entonces, es en el campo de juego. Pórtico y aérea vs estática. ¿Se viene algo más? 

Salida de los equipos a la cancha en el último Superclásico: todo de Quilmes.
Salida de los equipos a la cancha en el último Superclásico: todo de Quilmes.

Conocedores de la interna, remarcan que Quilmes va a redoblar la apuesta en breve y saldrá al mercado con todo, abarcando el fútbol y el espacio extra fútbol. ¿Esto aleja la posibilidad de que haya una reunión entre los popes de ambos sellos para sellar un acuerdo y repartir el mercado? Hace algunas semanas, se veía como algo improbable el acuerdo. Ahora, en estos días, parece lisa y llanamente imposible, y así, la disputa continuará.