La Selección Femenina cerró su participación este viernes en la Copa América con un grito de desahogo y con la clasificación directa al Mundial de Australia-Nueva Zelanda 2023 en la valija. Un torneo que dejó en claro que la disciplina nacional está en pleno crecimiento y dejó un sabor dulce tras conseguir el tercer puesto del torneo continental de selecciones. Un repaso y un análisis del paso de la Albiceleste por Colombia 2022.

El debut fue ante Brasil. De antemano se sabía que el rival era complicado y Argentina llegó al partido consciente de que la derrota era el mayor resultado posible. Si bien la ‘Canarinha’ es superior, en el partido no demostró la jerarquía y la capacidad que tienen las futbolistas. Con poco superaron a Argentina y consiguieron un abultado marcador por 4-0. Argentina no logró incomodar a las rivales y Vanina Correa estuvo un poco errática, situación que corrigió en los otros partidos.

Ante Perú, en la segunda fecha, se puede decir que comenzó la Copa América para el combinado nacional. La Albiceleste superó con facilidad a sus rivales y consiguió un 4-0 para nivelar el conteo de diferencia de gol. En este partido comenzó a mostrarse una buena sociedad entre Yamila Rodríguez y Estefanía Banini y con la delantera de Boca como incipiente figura del equipo. La mendocina jugó su primer partido de titular y se notó. Fue clave generando situaciones, dejando bien ubicadas a sus compañeras y asistiendo. Los goles del partido los marcaron Rodríguez, Bonsegundo, Stabile y Lonigro. 

Foto: prensa AFA
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Frente a Uruguay, Argentina logró el resultado más abultado en la Copa: 5-0. En un principio, fue un marcador hasta impensado teniendo en cuenta que el primer tiempo fue incómodo, friccionado y cortado debido a la cantidad de faltas que se generaron en el campo. La Albiceleste se fue al descanso con un 1-0 apenas a favor.

En el segundo tiempo la Albiceleste encontró espacios de la mano de la figura de Rodríguez, quien se fue haciendo espacio en el campo y tomó el protagonismo habitual que suele tener en Boca. Banini, Yamila (3) y Stabile, los goles de la jornada.

El partido más complicado para nuestra selección llegó en el cierre del grupo, en el encuentro también más importante ante Venezuela. Ambos seleccionados llegaban igualados en cantidad de puntos, pero la Albiceleste aventajaba a la Vinotinto en cuanto a diferencia de goles. Es por esto que a Argentina le alcanzaba para clasificar hasta un empate, pero fue victoria por 1-0 con gol de Florencia Bonsegundo. 

Foto: prensa AFA
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Ya en la instancia de definición, el encuentro ante Colombia fue el que más fallos tuvo desde el planteo y finalizó 1-0 a favor del combinado cafetero. El gol de Linda Caicedo, una de las figuras y promesas del equipo, llegó tras una desatención defensiva por un mal despeje de Barroso, el único fallo que tuvo en el encuentro, y un error en la marca de Chávez, que no pudo detener a la joven futbolista de Deportivo Cali.

En la derrota es quizás cuando más se ven los fallos y se puede ahondar un poco más en un análisis, aunque con el resultado ya puesto también es fácil clarificar. La conexión Banini-Rodríguez no logró encontrarse en el campo de juego y Larroquette no supo acomodarse en el equipo. Argentina se quedó con diez jugadoras tras la expulsión previsible de Chávez y los cambios podrían haber sido más ofensivos y apostar quizás a mediocampistas de ataque y a delanteras, como por ejemplo el ingreso de Dalila Ippolito, una de las jugadoras más jóvenes del plantel y con mucha proyección a futuro.

Entre las cuestiones positivas para destacar están las ganas que demostró Argentina de llegar a la igualdad hasta el final. Colombia se relajó sobre el cierre del partido y la Albiceleste intentó varias veces aproximarse al arco rival, aunque no tuvieron el efecto esperado. Además, hay que remarcar el rol de Sophia Braun, quien ingresó al equipo titular en reemplazo de Aldana Cometti, ausente tras dar positivo de coronavirus. La estadounidense nacionalizada argentina ocupó bien su lugar en la zaga central con intervenciones firmes.

La Selección de la perseverancia: de un comienzo esperado al nivel competitivo y una clasificación Mundialista agónica

Con toda la situación de Cometti y de uno de los integrantes del cuerpo técnico, Nicolás Valado, ausentes en la delegación (aislados por COVID-19 positivos), Argentina preparó el partido por el tercer puesto frente a Paraguay de este viernes. La Albirroja venía de perder con Brasil por 2-0 y, entre sus jugadoras, se destacaba la presencia de Alicia Bobadilla en el arco, quien se desempeña en San Lorenzo del torneo local.

El desarrollo del primer tiempo fue parejo, con pocas aproximaciones de ambos lados. Paraguay supo explotar su fortaleza de los disparos de larga distancia y de pelota parada y así fue como llegó al gol. Tras una gran atajada de Correa, que desvió un remate al tiro de esquina, las paraguayas se pusieron en ventaja en el marcador por un gol en contra de Romina Núñez. Con este golpe, la Albiceleste se retiró del campo al final del primer tiempo y, tras esos 15 minutos, el complemento fue diferente.

Desde el banco, Portanova eligió realizar cambios más ofensivos para ir a buscar el resultado. Durante el transcurso del segundo tiempo, Argentina intentó acercarse al arco, algo que costó porque las Albirrojas se replegaron bien defensivamente y era difícil crear jugadas en el área. El empate Albiceleste llegó de una jugada de Rodríguez desde mitad de campo. Luego, de manera agónica a los 89’, Florencia Bonsegundo con un golazo de tiro libre dio vuelta el marcador y sobre el cierre del partido Rodríguez volvió a convertir para sellar el inolvidable 3-1 que le dio la clasificación directa al Mundial del año próximo.

Los puntos altos

Inevitable comenzar por destacar a Yamila Rodríguez. La delantera de Boca fue la goleadora del torneo con 6 tantos. Desde que empezó el certamen fue sumando buenas actuaciones que la posicionaron como la figura del equipo y se quedó en varias oportunidades con la distinción de la mejor jugadora del partido. La jugadora misionera combina velocidad, gambeta e inteligencia para soportar marcas y definir. Además, se combinó bien con Banini en varios partidos y generaron situaciones y asistencias en varias oportunidades. 

Foto: prensa AFA
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La mendocina arrancó la Copa desde el banco de suplentes en el partido con Brasil. Luego, ingresó contra Perú y no salió más del once titular: la futbolista hace un trabajo silencioso en el mediocampo para recuperar pelotas y cubrir espacios. Además, tiene buena pegada y llegada al área. Por su parte, Bonsegundo también es una de las jugadoras fijas en el medio. Además de sus cualidades en cuanto a recuperación de pelota y armado de jugadas, es la jugadora de los goles importantes. Marcó el 3-3 ante Escocia en Francia 2019, el del triunfo frente a Venezuela y este viernes convirtió el 2-1 parcial de tiro libre para dar vuelta el marcador y conseguir la clasificación mundialista.

En la parte defensiva del equipo hay que destacar a Vanina Correa. La experimentada arquera y capitana tuvo grandes actuaciones que evitaron varios goles; las imprecisiones en el partido ante Brasil fueron apenas un punto bajo que luego consiguió revertir. Además, la dupla central Barroso-Cometti, que viene de larga data, es siempre confiable ya que demuestran personalidad y firmeza. Braun ingresó de reemplazo y pudo acoplarse sin problemas, misma situación que ocurrió con Miriam Mayorga ante Paraguay. Romina Núñez fue otra pieza fundamental en el medio por su polifuncionalidad. Intentó varios remates de larga distancia que no fueron gol, pero es una buena alternativa para explotar de cara a los compromisos que se vienen.

Ippolito, quien ocupó lugar en el banco de suplente e ingresó en varios partidos, es una de las promesas de la Selección. La ‘10’ combina velocidad, agilidad y picardía en sus intervenciones. Es hábil para realizar traslados largos de pelota y para cubrirse y defenderse con el cuerpo y su rapidez hace que logre deshacerse de las rivales rápido en el campo. Érica Lonigro, por su parte, ingresó poco, pero mostró que tiene buen potencial para marcar goles en el poco tiempo que tiene dentro del campo.

Ahora se viene el gran objetivo: el Mundial Australia-Nueva Zelanda 2023. El nuevo proceso, que comenzó apenas el año pasado con Germán Portanova al frente de la dirección técnica, supo aprovechar las ventanas de FIFA para disputar amistoso y enfrentar a varios de los combinados sudamericanos con los que chocó en esta Copa América. Si bien la diferencia de nivel con una potencia como lo es país en el continente es notable aún, los resultados victoriosos y el rendimiento en este certamen dejan en claro que Argentina tiene muchas virtudes por explotar.

Queda, aproximadamente, un año para la cita mundialista. La Albiceleste no deberá relajarse y seguir preparándose para el torneo que es obsesión de muchos. Conseguir una victoria y el pase de la fase de grupos será, por lo pronto, de los objetivos más cercanos que tendrá nuestra selección para el Mundial. El equipo ilusiona porque además de las mejoras en cuanto al funcionamiento del equipo muestran carácter y perseverancia. Si algo quedó demostrado en este mes de competencia y que ilusiona es que no hay que dudar tanto, porque tienen con qué. 

Foto: Staff Images Woman / CONMEBOL
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