Nicolás Russo, presidente de Lanús y diputado provincial por el Frente de Todos, mantuvo una extensa charla con Doble Amarilla en medio del peor momento de la pandemia del coronavirus. Hombre que habita tanto en el mundo del deporte como el de la política, habló de la relación entre el fútbol y los gobiernos, en especial durante las presidencias de Mauricio Macri y la de Alberto Fernández. Además, se refirió a los audios entre Tinelli y Grondona y a las pruebas de espionajes sobre el Secretario Ejecutivo de la Presidencia de AFA, Pablo Toviggino, que investiga el juez Alejo Ramos Padilla.

En la charla, Russo se refirió a la media sanción del proyecto que impulsó en la legislatura bonaerense para que la Ley Micaela se aplique al fútbol para cuestiones de género. También habló del regreso a las prácticas y de las estimaciones sobre cómo impacta el parate por el coronavirus a la economía de los clubes.

- DOBLE AMARILLA: ¿Cómo fue la presentación suya para aplicar la Ley Micaela al fútbol?

- NICOLÁS RUSSO: La ley Micaela se aplica en los tres poderes del Estado para que reciban la capacitación obligatoria, siempre con la temática de género y violencia contra las mujeres. Acá aplicada al deporte se pide lo mismo, una capacitación en este tema para autoridades y personal. Yo tengo 60 años, vengo de una generación machista y en el deporte ha habido situaciones que son complejas. Por eso, la idea es darle esta charla a los jóvenes para que incorporen valores de respeto e igualdad y que generen una formación distinta a la que tuvimos nosotros. Esto va para todos los deportistas, pero también ocurre con los de elite que muchas veces van a un restaurant y no les cobran por publicidad o la vestimenta. Quizá eso a algunos les hace creer que están autorizados para cualquier cosa y nadie puede ejercer violencia sobre las mujeres, a eso apunta. 

- DA: ¿Le tocó vivir hechos de discriminación en el club?

- NR: A mí en el deporte con las mujeres, lamentablemente, me tocó vivir distintas situaciones: he visto el maltrato psicológico, el agravio en las canchas por cánticos tremendos y la utilización del cuerpo femenino para promocionar el espectáculo. Todo lo que les tocó pasar a técnicas, jugadores, médicas y nutricionistas que antes era imposible que pudieran entrar a un vestuario de fútbol. 

- DA: ¿Recuerda alguno puntual?

- NR: Tengo un hecho que me ocurrió hace muchos años en el club, en la previa del inicio de una temporada. En un partido amistoso en cancha de Lanús, pasó esto: el local siempre trae los árbitros. Cuando llega la terna arbitral y vino el DT de ese momento, me dijo 'yo no iba a dirigir la práctica porque las mujeres son para dirigir mujeres y los hombres para los hombres, las mujeres me predisponen mal'. Mi respuesta fue que este no era un tema de género sino de capacidad y que si no quería dirigir la práctica, agarre el bolso, se vaya y no vuelva más. Entonces pidió disculpas y se jugó. Hoy esa árbitra es linea en primera división y dirige competiciones internacionales muy importantes a nivel sudamericano y mundial. Medianamente se apunta a eso.

- DA: En algunos casos resonantes de violencia de género en el fútbol se dio un debate respecto a si se debe rescindir o no el contrato de un jugador ante un hecho. ¿Qué opina?

- NR: Casualmente el jueves, el mismo día que se aprobó esta ley en Diputados, en el club Lanús se propuso un protocolo para ver si se modifica alguna cosa o se aprueba en la próxima reunión de Comisión Directiva. Además, se creó el Departamento de Género y Diversidad. Para mí, uno no puede tomar una decisión hasta que la Justicia no actúe. En Lanús, lo que haríamos en estos casos, si hay una probabilidad muy alta de certeza de que ocurrió y no tenemos aún un fallo judicial, lo separaríamos del plantel. Pero son decisiones que no en todos los clubes tienen que ser iguales. Siempre hay que esperar el fallo de la Justicia, pero uno ya va viendo qué probabilidades hay. No dejar sin trabajo, pero sí apartarlo hasta esperar eso.

- DA: El ministro Ginés habló de la vuelta al fútbol, diciendo que sería más fácil que vuelva el de elite, aunque no es la idea. ¿Ustedes aspiran a volver todos juntos?

- NR: La idea siempre fue esa, queremos volver todos juntos. Lo escuché a Ginés e hizo lo correcto, siempre hay que comparar para saber si te fue bien o no y la verdad que la política sanitaria que se implementó ha sido un acierto del Gobierno Nacional. Entiendo que en todas las actividades hay que buscar la forma de bajar esa cantidad de contagios como pasa con la cuarentena, pero también creo que hay que empezar a reactivar la actividad económica.

- DA: ¿Ve una fecha para el regreso?  

- NR: A mi entender esto no da para mucho más, es una opinión personal esto. Creo que las prácticas deben arrancar entre el 5 y el 10 de agosto y obviamente habrá que implementar los medios para que también lo haga el fútbol de ascenso. Habrá que buscar los medios porque, como dijo él, el 75% de los jugadores no tienen auto. Hay que ver cómo acercarlos a los entrenamientos. Desde ahí, calcular 45 días para arrancar, por lo que sería fines de septiembre o principios de octubre. Para mí, los tiempos son esos.

- DA: Y hay que estar atento al contexto mundial...

- NR: A nivel mundial, estamos viendo que vamos a tener que aprender a convivir con esto, porque se ven rebrotes en Alemania, Estados Unidos y en varias partes de Europa. Hay un tema que es la actividad económica también, hay que ver cómo hacer para convivir con las dos cosas.

- DA: ¿Cómo va a quedar la economía de los clubes tras esta pandemia?

- NR: Yo lo tuve claro desde que empezó, por eso fui uno de los que propuso el tema de jugar sin descensos. En un club como Lanús, que es medianamente ordenado, con un promedio de mitad de tabla y económicamente con algunos problemas pero con todo bastante ordenado y al día, nos va a llevar recomponernos de esto más o menos dos años. Hoy el club genera un déficit de 10 a 12 millones de pesos por mes, un tema muy delicado. Suponete que arrancamos a fines de septiembre, ya no estará la ayuda estatal y no habría público por mucho tiempo, por lo menos por todo este año. Además, no veo a la gente viniendo en forma masiva a hacer actividades a los clubes y el costo operativo va a seguir. Las ventas son muy difíciles, mínimo vamos a tener dos años para recomponer todo esto.

- DA: Casi sin ventas de jugadores, ¿cómo se sale de déficit? ¿Se puede implementar algún tope salarial?

- NR: Eso no se puede hacer porque están todos los contratos firmados. Es distinto en la Primera División que en el Ascenso, porque en este último vencían y en la Liga hay algunos firmados a tres o cuatro años. En Lanús, ya veníamos trabajando con muchos juveniles, nos vencían contratos y cuatro son casi imposibles poder renovarlos, más allá de lo que nos gustaría: Pablo Martínez, Rossi, Auzqui y Muñoz. Y está el de Sand que estamos hablando y esperamos llegar a buen término. No vamos a incorporar nada más que lo de Lucas Acosta, que llega libre de Belgrano. Después serán todos jugadores del club, que es la única manera de bajar los presupuestos. A medida que los contratos vayan venciendo, evaluaremos cada uno

- DA: ¿Es difícil manejar la situación de un ídolo a la hora de renovar?

- NR: Todas las situaciones son difíciles cuando se trata de un ídolo de un club, pero primero que nada, nosotros a Sand lo necesitamos como jugador, mucho más allá del ídolo.  Para nosotros es un jugador muy importante dentro de la cancha, es un referente para los jugadores jóvenes. Yo desde que tengo uso de razón, en los diferentes clubes con casos de jugadores que le han dado mucho a la institución como el caso de José que nos dio campeonatos, cuesta cada negociación. Es parte de nuestra tarea como dirigentes, tenemos que saber llevarlo adelante. A veces te peleas un poco públicamente y a veces no, pero es parte del juego. Acá no hay nada personal ni nada por el estilo, nosotros como dirigentes queremos lo mejor para Lanús y él como jugador también. Quizá tenemos dos versiones distintas, por los roles que ocupamos, pero nada más, algo lógico.

- DA: Con el tipo de cambio como está hoy en Argentina, ¿una buena venta corrige el déficit mensual?

- NR: Siempre preguntan por qué un club tiene que tener déficit y siempre digo esto: es imposible no tenerlo entonces en Argentina. Lo que tenés que hacer en los momentos buenos donde vendes muchos jugadores, es hacer caja y tener dinero para hacerle frente. En otros hay que ir manejando la situación, generando alguna deuda para ser cancelada con la venta de algún jugador. Para eso, tenés que promover juveniles o comprar jugadores jóvenes y mostrarlos en Primera División. Lanús tiene una forma en que la única manera de sostener un proyecto educativo en todos los niveles, 652 empleados, más de 30 disciplinas federados, dos sedes en el centro de Lanús, trece hectáreas y media en Valentin Alsina y 23 en el polideportivo es vendiendo jugadores, porque es un club social con fútbol, pero su principal fuente de ingreso es este último.

- DA: ¿Se viene una etapa de muchos juveniles en Primera?

- NR: Vamos a entrar en una etapa donde el club va a tener mínimo tres, cuatro o cinco años que jugarán juveniles en primera división de alta valía, tanto deportiva como económica. Son procesos, en esta gestión nos va a tocar pasar la peor parte que me toca presidir a mí. Esperamos que el año próximo venga mejor, aspiramos a la prosperidad económica, pero también la deportiva, con algunos títulos y dinero en caja para continuar haciendo obras y creciendo en metros cuadrados.

- DA: ¿Por qué cree que muchos hablan de Lanús como un "club modelo"? 

- NR: Cuando el club bajó a Primera C y tocó fondo, entendimos muchas cosas. Ahí está el secreto. Los principales dirigentes y una buena cantidad de socios entendimos que había que armar un proyecto y tener una base clara más allá de la impronta que cada uno pueda darle a su gestión. En un club como Lanús, si no tenés unidad política, es difícil de manejar. Nosotros acá hemos discutido entre nosotros, pero no vas a encontrar un dirigente de los de relevancia del club que no quiera que le vaya bien a la institución. Puede haber discusiones personales o cosas no muy relevantes para la vida institucional. Yo solía dar esta frase cuando había discusiones y teníamos prosperidad económica y deportiva, les decía: 'Miren muchachos, esto es como cuando vas a una fiesta y te quejás de que la sopa está fría”, porque siempre por algo hay que pelear. Si estás bien de guita y deportivamente, hay que buscar algo y esto pasa en todas las familias.

- DA: Hoy la TV viene sosteniendo la cuota a pesar del parate, pero hay dirigentes que son muy críticos del contrato. ¿Van a renegociarlo? 

- NR: El contrato tiene ajuste de inflación pero quedó desactualizado. Es algo que se venía hablando y ahora pasó todo esto. Seguramente se va a retomar la charla contemplando y agradeciendo que han seguido sosteniendo sus pagos cuando no había fútbol, que no es un tema menor. Hay que tenerlo en consideración para la negociacIón de ese contrato.

- DA: ¿Cómo toma el tema espionaje? Las escuchas difundidas de Marcelo Tinelli y que haya sido espiado Pablo Toviggino...

- NR: Son repudiables todos los hechos. Lo de Marcelo es parte de esto. En un diario deportivo en unos de mis primeros años como dirigente, allá por el 94 o 95, sufrí una fuerte crítica en un diario deportivo. En ese momento, un amigo mío, llega al negocio y me dice: 'Nicolita, este es el impuesto que tener que pagar por ser un hombre público y cuanto más público seas, más caro será'. Lo de Tinelli lo entiendo así y no es relevante lo que se escuchó. En segundo lugar, cualquier causa judicial armada es repudiable, esté el gobierno que esté y sea quien sea el que lo decida. Ese es mi comentario, después está la Justicia para decidir lo que está bien y lo que está mal.

- DA: ¿Pero cree que hubo alguna intención del gobierno de Macri de espiar al fútbol para adoctrinarlo?

- NR: Lo dejo en manos de la Justicia. Creo que no sirve hoy emitir opiniones de qué pasó y qué no, el tema ya está judicializado.

- DA: ¿Qué relación tiene que tener un Gobierno con el fútbol?

- NR: Siempre debe existir la relación porque hay que interactuar permanentemente por distintas situaciones. El fútbol es la actividad deportiva más importante de este país y quizás es más conocido un presidente de un club que un gobernador o un ministro de la Nación. Eso define lo que significa el fútbol en la Argentina. Cada gobierno tiene su forma de conducir, pero lo que queda claro es que Alberto Fernández y su gobierno no tienen nada que ver con el fútbol. De hecho, sus declaraciones de hace un mes o mes y pico lo dicen claramente y nosotros hemos dado las explicaciones de los casos y las decisiones. Está perfecto porque es el presidente y como cualquier argentino opina de fútbol, pero te puedo asegurar que este gobierno no emite opinión en ninguna decisión que tenga que ver con el fútbol.

- DA: Los cambios al Decreto 1212 preocupa y mucho a los dirigentes ¿cree que se puede solucionar a corto plazo?

- NR: Yo entiendo que eso se va a solucionar. Yo soy parte de este gobierno desde el fútbol y desde los que gobernamos.  Una de las críticas más fuertes que se le hizo a Macri es estar en contra de las sociedades anónimas y la derogación del Decreto 1212, que genera una situación que nos pone en peligro a todos los clubes. Macri lo derogó, nuestro gobierno lo reglamentó, llegó la pandemia cuando se tocaba el tema para una solución y hoy hay otras urgencias por tratar. Pero es una deuda pendiente de este gobierno con el fútbol. Los clubes cumplen una función social que es fundamental y nosotros no queremos que haya S.A. en el fútbol argentino. Y para eso necesitamos un respaldo. Esto no significa que el gobierno deba recaudar menos, sino que se forme una mesa de negociación en la cual ponernos de acuerdo para manejar esto.

- DA: ¿Fue fuerte la presión del gobierno de Macri para instalar las Sociedades Anónimas? 

- NR: Yo no vi presiones. Para mi esto del 1212 necesita una solución y lo de Macri no es porque era presidente de la Nación, sino que desde que presidía Boca que las quiere y se manifestaba a favor. Hay que respetar todas las ideas. En otros lugares del mundo ocurre, pero acá en Argentina no corresponde. No necesitamos eso y el 99,9% de los dirigentes del fútbol y la gente está en desacuerdo con el tema. Que se haya querido tratar el tema fue claramente rechazado por todos los dirigentes. Por ende, no pasó mucho más que eso.