(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Un sentimiento de despojo invade al fútbol sudamericano. En las últimas semanas, se le ha arrebatado uno de los espectáculos más candentes y destacados del mundo del deporte: el River-Boca. Ese que se disputará por la final de la Copa Libertadores de América, pero que no será en América, sino en Europa, particularmente en España. En el país ibérico, las sensaciones no son muy distintas ante el ''robo'' del partido más importante del certamen continental. Así lo indica Cristina Cubero, subdirectora del diario 'Mundo Deportivo', a través de un durísimo editorial.

''Les vamos a seguir robando. Sigan así, despreciando su talento, entrégandolo, rindiéndose ante la plata, sintiéndose inferiores por querer ser como ellos. Sigan así y les seguiremos robando las ilusiones y hasta el alma. El fútbol es un valor que Argentina hizo bandera''arranca el crítico texto del periódico español.

''El G-20 ha pasado por Buenos Aires y no ha pasado nada. Pero el fútbol es más productivo, es un regalo más preciado, un bien para comerciar. Se lo hemos robado y todos son cómplices y todos están lucrando, menos el pueblo, menos los aficionados'', prosigue.

''Un Superclásico en la final de Libertadores, un River-Boca en el Monumental que decida el título más importante de Sudamérica, la envidia del mundo, el Real Madrid-Barcelona que nunca tuvimos en la final de Champions, la madre de todos los partidos... y se lo afanamos, en sus narices, y encima les dicen que es culpa de todos ustedes, no estamos preparados. Y los que deberían levantar la voz y plantarse viajan en primera clase a Madrid para alojarse en un hotel de super-lujo y ver lo bonita que está la capital con las luces de Navidad''indica de manera ácida, apuntando contra los dirigentes de ambas instituciones.

''La culpa es del que no entiende que este partido es una oportunidad de vida. La culpa es de Mauricio Macri por no imponer que se juega en Buenos Aires o no se juega. La culpa es de los presidentes de River y Boca que no se plantan. Porque ellos tienen la responsabilidad y el poder para hacerlo. La Conmebol se vende porque queda mejor en la foto el lujoso y ordenado palco del Santiago Bernabéu, el estadio en el que nos citaremos los ricos para ver un espectáculo desnaturalizado. Les vamos a seguir robando. El fútbol y hasta sus almas''cierra el editorial que refleja el doloroso impacto cultural de una Copa que, cuando debía destacarse más que nunca, se terminó mudando de continente...