En un partido de juveniles entre merengues y culés el pasado fin de semana se produjo una polémica cuando tras meter un gol del equipo blanco, un jugador del conjunto blaugrana sacó de la mitad de cancha mientras los jugadores del rival estaban aún celebrando detras del arco catalán.

El video ah circulado por todas las redes y dejó mal parado al Barcelona en cuanto a su imágen, por eso es que el niño de tan solo 11 años que fue protagonista de esta picardía pidió perdón por el hecho después de que sus entrenadores y los responsables del fútbol base del conjunto culé le hicieran ver que su actitud no se corresponde con la forma de actuar dentro de un campo de juego.