Alejandro Domínguez dio una extensa entrevista con el diario El País de Madrid. Allí repasó lo sucedido en el monumental y volvió a justificar de llevar a España la final del torneo más importante de sudamérica. En la nota, el presidente de Conmebol culpó a la policía por los incidentes en el micro de Boca, pero también cargó contra la dirigencia de River al asegurar que fue la responsabilidad del club las agresiones que recibieron Infantino, Tapia y él mismo. Además, aseguró haber recibido amenazas aunque no quiso revelar cómo fueron.

En tanto, justificó la decisión de Boca de pedir los puntos.Hizo lo que hubiese hecho a la inversa River”, lanzó. Por otro lado, intentó dejar de lado a Mauricio Macri de toda la rosca que rodeó al partido asegurando que nunca habló con el Presidente. Sin embargo, Doble Amarilla confirmó de diversas fuentes que mantuvieron al menos tres charlas telefónicas el domingo 25 y luego en la semana. 

Ante la pregunta respecto al cambio de sede Domínguez volvió a defender que el trascendente partido se juegue en territorio ibérico con una polémico argumento: que los hinchas que viven en España tienen el mismo derecho a ver el partido que los socios de River que fueron al Monumental.

Aquí la entrevista completa del periodista Juan Irigoyen para el diario El País:

Pregunta. ¿Cómo describiría su tarde del 24 de noviembre?

Respuesta. Una tarde de toma de decisiones. Sabía que primero tenía que pensar en el bien común. Mi interés personal lo tenía que dejar al margen. Un día con mucha presión.

P. ¿Sintió vergüenza?

R. Vergüenza ajena, sí. Nos pasó lo más humillante que le puede pasar a un ser humano, nos escupieron en el campo. No me entra en la cabeza, me parece primitivo. Un día que me quedará marcado a fuego en la memoria.

P. ¿El fútbol sudamericano tampoco lo olvidará?

R. En el futuro quedará como una anécdota, en el presente está en estudio. Hay que aprender y, sobre todo, tomar las medidas para que esto no vuelva a ocurrir.

P. Una anécdota mala...

R. Esto se veía venir. En algún momento iba a ocurrir algo que iba a exigir autocrítica y el encuentro de soluciones profundas a un problema que está ahí y que todos de alguna manera conocíamos. Pero como no había ocurrido ningún hecho concreto no se estaban tomando las medidas concretas.

P. Si lo conocían, ¿no se hubiese podido evitar?

R. De la parte de la organización se previó todo. Pero nosotros solo podemos prever lo que va a ocurrir dentro del campo de juego y pedir la asistencia y colaboración de la policía o la seguridad nacional. Esto se le escapa a la responsabilidad de la Conmebol, porque son hechos vandálicos que ocurrieron en la calle. Esa es una jurisdicción de la policía.

P. ¿La responsabilidad es de la policía?

R. Definitivamente, no fue de Conmebol.

P. ¿Qué falló?

R. No estoy para juzgar eso.

P. ¿Entiende que las directivas de Boca y de River no se hayan puesto nunca de acuerdo?

R. Es natural. Los dos juegan a ganar.

P. Pero juegan los equipos, no los directivos, ¿no?

R. El juego se juega desde arriba para abajo y de abajo para arriba. Acá juegan todos. Cada uno tiene que marcar su presencia.

P. ¿Boca quiso ganar sin jugar?

R. Hizo lo que hubiese hecho a la inversa River. Uno tiene que usar todos los recursos que posee para defender los derechos de su club. Yo estoy exigido a que todos los participantes sean respetados.

P. La Bombonera tuvo su final, el Monumental, no. ¿Entiende que River se sienta perjudicado?

R. Bajo ningún sentido. El Monumental tuvo su final, pero no se logró jugar.

P. Entonces, ¿la responsabilidad fue de River?

R. La responsabilidad de lo que ocurrió dentro del campo de juego, desde que se canceló el partido y lo que ocurrió con los invitados especiales como Infantino [presidente de la FIFA], yo y otras personas. Nos escupieron, nos maltrataron, nos insultaron. Además, hasta el propio D’Onofrio [presidente de River] tuvo que esquivar a un montón de chicos que estaban corriendo. La policía encontró sobreventa de entradas y había más cantidad de gente en el estadio de la permitida.

P. ¿Habló con el presidente Mauricio Macri?

R. No, pero siempre estuvo informado de las decisiones posteriores.

P. ¿Y estaba de acuerdo en que se jugará fuera de Buenos Aires?

R. Entendió que no estaban dadas las condiciones. No se podía jugar en Buenos Aires, ni en Argentina. Primero porque había ocurrido un hecho injustificable, que es creer que con violencia se puede ganar un partido. En el momento en que ocurrió eso se había perdido la naturaleza de este deporte. Desde ese momento, el partido estaba suspendido. Y las condiciones tampoco estaban dadas al partido siguiente. Había ese ambiente raro en la atmósfera, con amenazas y advertencias.

P. ¿A usted lo amenazaron?

R. Recibimos varios tipos de mensajes que no daban certeza de seguridad.

P. ¿Para usted?

R. Para toda la Conmebol y para mí en particular.

P. ¿De quién?

R. Son cuestiones que hacen a la atmósfera. Se tenía que buscar un campo neutral y Madrid reúne todos los requisitos para que este juego.

P. ¿La primera fue opción fue Miami, después Doha y finalmente Madrid?

R. No, hubo un montón de opciones. Le quiero agradecer a todas las ciudades que se ofrecieron. Milán, Génova, Medellín, Belo Horizonte, Asunción, también Doha y Miami.

P. ¿De quién fue la idea de jugar en el Bernabéu?

R. De jugar en el Bernabéu no hubo idea original, sí de jugar en Madrid. Fue una idea mía. Yo le consulté a Florentino [Pérez, presidente del Real Madrid], en una conversación telefónica entre amigos, su análisis como hombre de fútbol. Me dijo que no solamente le parecía buena, sino que también nos daba el Bernabéu.

P. ¿El rol de la RFEF?

R. Posteriormente, Luis Rubiales [presidente de la federación], se manifestó a favor. Aleksander Ceferin [presidente de la UEFA] también lo apoyó. Y a Infantino le comenté que quería contar con su visto bueno.

P. ¿El River-Boca es uno de los capitales más grandes de Sudamérica?

R. No creo que haya en el mundo dos clubes como Boca y River.

P. ¿Perdieron su capital más importante?

R. No, lo ganamos. Esta era una copa dormida, olvidada en el tiempo. Se había quedado en la memoria de mucha gente, pero ya no tenía esa vida que tiene hoy. Se despertó tanta competitividad en Sudamérica. Las semifinales fueron dos finales hermosas y que, por primera en 58 años, tiene a River y Boca jugando en instancias finales. La Libertadores está viva y fuerte.

P. ¿El fútbol de quién es?

R. La capital de fútbol está en Sudamérica. Y el fútbol es de la masa.

P. ¿Y por qué se juega en Madrid? ¿No se les quitó su principal capital a los aficionados?

R. ¿Por qué?

P. No van a poder ver su partido en su casa.

R. ¿Cuántos argentinos viven en España? Ellos no tienen derecho de ver su partido...

P. ¿Más derecho que los abonados de River?

R. Hubo dos juegos, uno que no se pudo jugar en Argentina, y el tercero que se tiene que hacer en campo neutral como está previsto en el reglamento. Hay una lección que aprender. Todos somos responsables de que el juego comience y termine dentro del campo. Si esto no ocurre, el reglamento dice que cuando no están garantizadas condiciones mínimas, la administración puede buscar un campo neutral. El campo neutral que encontramos donde más cantidad de argentinos viven es España. El argentino es argentino donde viva.

P. ¿El motor del club no es su gente?

R. Más de un millón de argentinos viven en Europa, 350.000 en España. El aeropuerto con mayor conectividad con Latinoamérica es Barajas. En función de buscar la neutralidad, ningún otro país en Sudamérica tiene la población de argentinos que tiene España.

P. ¿El Bernabéu asegura la paz?

R. Tiene las condiciones para que un juego como este se pueda desarrollar normalmente.

P. ¿Cómo queda la Conmebol ante la FIFA?

R. La Conmebol ha cambiado, nos hemos profesionalizado. Mostró al mundo que esta es un final que interesó al mundo. Somos proactivos, promovimos el VAR, estamos promoviendo una salida al Mundial de Clubes para que sea beneficioso para todos.

P. ¿Existe algún plan para que los jugadores sudamericanos se queden en el continente?

R. Hemos cambiado para que haya mejores ingresos y que estos ingresos lleguen a los jugadores, técnicos e infraestructura. Entre 2016 y 2018, duplicamos los premios en nuestros torneos de clubes. Y gracias a las primeras licitaciones de nuestra historia, para el ciclo 2019-2022 nuestros ingresos serán de 1.400 millones de dólares.