(De la redacción de DOBLE AMARILLA) No habrá que esperar a la reunión del Congreso Conmebol del viernes para definir el futuro de la final de la Copa Libertadores porque las próximas 48 horas serán decisivas para determinar si el estadio Nacional de Santiago será el escenario o habrá mudanza del encuentro que deberán disputar Flamengo y River el próximo 23 de noviembre. Las reuniones tanto en la capital chilena como en Asunción de hoy y mañana marcarán el rumbo y marcarán el camino a seguir.

En la sede de Luque de la Conmebol, este lunes comenzaron todos los preparativos para el sábado, día en el que Colón e Independiente del Valle definirán el campeón de la Copa Sudamericana en "La Nueva Olla" de Asunción. En este marco, y en un clima de "análisis permanente" se toma en consideración toda la información proveniente de Chile mientras se analizan, muy con perfil bajo, las alternativas.

Si bien, en un primer momento había intención de esperar al viernes la reunión del Congreso de Conmebol para hacer una decisión deliberativa e incluir a los demás presidentes de asociaciones en el tema, la premura por tomar decisiones aceleró los tiempos y luego de 48 horas habrá definiciones desde la 'Casa Madre' del fútbol sudamericano.

Es por ese motivo que este martes fueron convocados los presidentes de los clubes finalistas: Rodolfo D'Onofrio (River) y Rofolfo Landim (Flamengo) junto con los titulares de ambas federaciones: Claudio Tapia (AFA) y Rogério Caboclo (CBF) junto con el hasta ahora anfitrión Sebastián Moreno (ANFP-Chile). 

En tanto, Alejandro Domínguez esperaba un guiño de Sebastián Piñera para volar a Santiago y tomar una determinación in situ, pero la agenda y la actualidad muy complicada del país trasandino no le permite al Primer Mandatario chileno tener agenda para programar este cónclave con la máxima autoridad del fútbol sudamericano.

En tanto, en Santiago se reunieron Sebastián Moreno, presidente de la ANFP, y la Ministra de Deportes, Cecilia Pérez, para determinar si están dadas las condiciones para que vuelva a disputarse el torneo chileno a partir de este fin de semana. 

De la decisión de este cónclave, del que también participan Carabineros, Estadio Seguro y la Intendencia de Santiago de Chile, puede haber un indicio de cara a la final de la Copa Libertadores, porque si regresa la actividad en el Torneo Nacional y la Primera B del fútbol trasandino y no se suspenden el amistoso de la Selección Chilena ante Bolivia habría una luz de esperanza para que no se mude la definición de la Libertadores.