(De la redacción de DOBLE AMARILLA) La jugada fuerte de la conferencia de prensa de Boca con un 'Wanchope' Ábila filoso y un Gustavo Alfaro locuaz y a la defensiva no fue casualidad sino una estrategia de reacción luego de la derrota en el Monumental ante River por 2-0 que dejó muy complicada la serie semifinal de Copa Libertadores.

El vestuario luego de la caída fue de arenga y cargar contra el árbitro brasileño Raphael Claus y sus ayudantes tanto en el campo de juego como en el VAR. El propio 'Wanchope' era uno de los más exaltados y por eso el tono de sus declaraciones luego en conferencia fue en sintonía a su estado de ánimo.

Las acusaciones a los jugadores de River por ensayar cómo tirarse, los videos analizados por Alfaro y su cuerpo técnico de este tema, las alertas sobre el tema del VAR favorable para el 'Millonario' no fue algo aleatorio o espontáneo sino que el puntapié inicial de una campaña de 21 días.

Es que de cara al partido de vuelta en la Bombonera, la intención será sumar condicionantes para generar un "clima especial" para River. Ya había una cierta intención en este sentido antes de disputarse el partido de ida pero la derrota potenció esta idea.

El consejo de Nicolás Burdisso al DT Gustavo Alfaro sobre las simulaciones de los jugadores de River, fundamentalmente de tres de ellos, era para consumo interno y no tanto para su divulgación en una conferencia de prensa. Es más, el Secretario Técnico era partidario de una conferencia 'bien a la europea' sin muchas estridencias antes de dejar el Monumental anoche.

Si Gallardo definió antes de la final del año pasado su actitud como de 'Guardia Alta', la misma sintonía le vale a Boca de cara a la revancha. Estarán muy atentos a cada movida de Conmebol y a la designación de todo el equipo arbitral para el partido del próximo 22 de octubre. Y en cada declaración dejarán en evidencia esta victimización, que no fue algo coyuntural sino que parte de una estrategia.