(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Boca perdió ante Racing en La Bombonera. Con la derrota, dejó su invicto en el camino, cortó una racha de 15 partidos sin caer en Superliga y la Academia se puso a dos puntos. No obstante, todo el Mundo Xeneize tiene claro que el foco es otro: River, River y River.

La hinchada, durante y tras el final del partido con el equipo de Eduardo Coudet, lo dejó claro con el cántico "Yo quiero la Libertadores", en señal de proyección y de pensar más allá del "Millonario", contra el cual Boca espera lograr una remontada que pase a la historia y que ponga fin a tantos años de tropiezos contra los comandados por Marcelo Gallardo.

Más allá del deseo, otro cántico bajó desde las tribunas de La Bombonera a modo de advertencia: "A ver si los jugadores pueden oir, con la camiseta de Boca matar o morir", avisaron los simpatizantes de cara al encuentro con River.

El partido, claro está, define mucho más que un pase a la final de la Libertadores. En Boca, una derrota en el global (y una eliminación) podría quitarle el prestigio acumulado a Gustavo Alfaro, Nicolás Burdisso (él mismo lo reconoció) y ni hablar de lo que afectaría al oficialismo de Daniel Angelici-Christian Gribaudo, que buscan un golpe de timón que logre mejorar los números en las encuestas de cara a las elecciones. Una caída en las semifinales podría significar, en varios sentidos, el final de una era.

"Es el partido más importante de mi vida", tiró "Lechuga" en la conferencia de prensa tras el encuentro con Racing. El martes a las 21:30, cuando la pelota empiece a rodar, se empezará a definir, como nunca antes, el Boca que se viene...