(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Conmebol encendió las alertas que recibió desde Chile con un estado de conflicto socio-político que ya dejó ocho muertos en una escalada que parece no tener fin y solución al corto plazo... ante este escenario la entidad sudamericana se mantiene expectante y en asamblea permanente para analiza la situación integral y esperar las garantías para poder disputar la final única de Libertadores el próximo 23 de noviembre. Si la mudanza se torna inevitable las variables que se manejan son Montevideo, Bogotá o Barranquilla.

El comunicado que ayer emitió Conmebol es para demostrar esta situación de preocupación sobre la realidad chilena pero, según pudo confirmar 'Doble Amarilla' con fuentes de Luque la intención es mantener la decisión de disputar la final en Santiago como estaba prevista. "Hay mucho tiempo, trabajo y dinero para la realización de este evento tal cual está previsto", agregaron desde la sede en la capital paraguaya.

Una oficina en Santiago de Chile mantiene constantemente informado a Conmebol sobre la situación tanto político-social como la evolución de los preparativos para la cita deportiva que entre martes y miércoles conocerá los protagonistas de la final: Boca o River ante Flamengo o Cruzeiro.

Si los imponderables continúan y la mudanza se torna inviable hay tres opciones de estadios neutrales que se manejan: el Centenario de Montevideo, el Campín de Bogotá y el Roberto Meléndez de Barranquilla. Para Conmebol con un finalista argentino y otro brasileño es inviable tener alguno de los estadios de estos dos países como opción pese a que la comercializadora mantiene la sugerencia de enrocar sedes entre el Maracaná, confirmado como sede 2020, y el Nacional de Santiago.