(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Una historia dentro de otra. A la gesta que se estampó Colón en medio de su historia, hay que sumarle la revancha y el desahogo del arquero Leonardo Burián y del punta Luis Miguel Rodríguez, quienes están unidos, además de por ser los héroes en Belo Horizonte por la tragedia y el luto que los golpeó muy de cerca en los últimos meses. 

Es que el arquero sufrió la pérdida de su hermano, tras un gravísimo accidente de tránsito en Uruguay, el pasado 6 de agosto y, el delantero, experimentó la muerte de su padre, pocos meses atrás. Es el hombre que le regaló su primer par de botines, aunque no tenían para comer. 

Al finalizar la serie de penales en Belo Horizonte, Burián, absolutamente quebrado se abrazó con el "Pulga" que es el gran artífice de este Colón finalista de la Copa Sudamericana.

Ambos encontraron un poco de alivio y desahogo gracias a una victoria deportiva para la historia y la sellaron en un abrazo en el que había más de dos personas. Hasta las lágrimas.