Alberto "Beto" Navarro y de Esteban "Tutti" Freiz, exfutbolista profesional de Aldosivi y su socio, quien fuera jugador de póker, fueron condenados a poco más de 4 años por vender éxtasis. El primero, devenido en DJ, vistió la camiseta del “Tiburón” a comienzos del '90 y utilizaba sus contactos de la noche para comercializar esta droga sintética. 

El tribunal N°4 de Mar del Plata condenó a Navarro a 4 años y 8 meses de prisión, en tanto que a Freiz le dio 4 años y 4 meses de pena. Si bien ambos fueron condenados por “comercio de estupefacientes”, quien vistió los colores del conjunto marplatense fue hallado culpable de “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil”.

“Beto” Navarro fue un talentoso jugador de Aldosivi a finales de los ’80 y comienzos de los ’90 y tras su paso por el fútbol se volvió un Dj de fiestas electrónicas en Mar del Plata y se hizo llamar DJ Betto: pasaba música tanto en boliches como en fiestas privadas, según consignó el diario “La Capital de Mar del Plata”
 

Un ex futbolista de Aldosivi que oficiaba como DJ y su socio fueron detenidos por vender éxtasis



Por su parte, “Tutti” Freiz estuvo siempre vinculado al mundo de la noche como relacionista público de boliches. Luego se lo pudo ver en el Casino Central en mesas de póker, compitió en torneos importantes y luego se dedicó a la venta ilegal de moneda extranjera. Es decir, vendía dólar en el mercado informal, además de tener conocimientos de operaciones con criptomonedas.

De acuerdo a la información publicada por Diario La Capital, lo llamativo de este expediente es que mientras Navarro cumple arresto domiciliario en su vivienda, Freiz está en libertad hasta tanto su sentencia quede firme. Esto se debe a que Freiz, defendido al igual que Navarro por Lucas Tornini, llegó en condición de libertad al juicio porque la jueza de garantías Lucrecia Bustos lo había sobreseído, aunque luego la Cámara de Apelaciones revocó ese fallo.

Las detenciones fueron resultado de varios meses de averiguaciones y recolección de datos, además medio millar de horas de escuchas telefónicas analizadas en las que se pudo conocer la modalidad empleada por los dos “dealers”.