(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Nueva Chicago cayó por 4-1 en Mendoza ante Independiente Rivadavia. Tras la dura derrota en el Bautista Gargantini, y con los ánimos caldeados por un increíble penal que el árbitro Julio Barraza cobró en contra del Torito, diez barrabravas del conjunto de Mataderos apretaron al plantel.

Según informa César Luis Merlo, de TyC Sports, la policía intervino e impidió que el apriete pasara a mayores. Antes de que el plantel comandado por Walter Perazzo se subiera al micro, los barras los insultaron y amenazaron.

A su vez, según indicó Raúl Montenegro, jefe del operativo de Seguridad, los violentos figuraban como miembros de la delegación habilitada para entrar al estadio. Lamentable.

César Luis Merlo on Twitter