Ijiel Protti y Abel Luciatti, piezas fundamentales del Tigre campeón de Diego Martínez, dialogaron con Doble Amarilla tras el ansiado ascenso a Primera. La alegría, la tranquilidad por el deber cumplido y la conexión entre jugadores y cuerpo técnico como fundamento para un logro deportivo importantísimo.

El delantero, socio ideal de Pablo Magnín en el ataque del Matador, y el defensor central forman parte de la columna vertebral de un equipo sólido que supo atravesar las adversidades y que mantenerse entre los punteros del campeonato durante las más de 30 fechas que tuvo el torneo.

Protti, con la emoción a flor de piel, confiesa: "Recién ahora estamos cayendo sobre lo que se logró. Seguimos emocionados porque fue un año durísimo, muy largo, que parecía que no terminaba más. Un torneo con treinta y pico de fechas luchando por un objetivo, por un sueño y coronarlo como se dio y lo que fue el final, las últimas cinco fechas tremendas... de película". 

Continuando con su relato, el delantero agrega: "Haberlo logrado y sobre todo de la manera que lo hizo Tigre es increíble. Se respetó siempre una idea muy clara del cuerpo técnico, de ser un equipo protagonista, de jugar bien al fútbol. Creo que Tigre a lo largo de todo el año superó a todos los rivales, salvo algún que otro partido donde fallamos se logró consolidar una idea. Todo con un grupo de jugadores y de seres humanos increíbles".

Con la satisfacción por el deber cumplido, el atacante expresa aliviado: "Devolver a Tigre a Primera División, a donde tiene que estar, era el objetivo desde el primer momento. Lograrlo nos deja muy satisfechos. Con el deber cumplido, es una alegría enorme poder disfrutarlo".

Por su parte, Luciatti no puede ocultar su felicidad y señala: "La verdad que muy contento en lo personal por haber conseguido el ascenso. Fue uno de los objetivos que me propuse cuando llegué a Tigre. Sabía que llegaba a un club grande de la categoría, la gente te lo hacía saber. Para los dirigentes no había otro objetivo, así que haberlo conseguido me pone muy feliz, muy contento".

Por supuesto, destaca la unión del grupo como un fundamento necesario para el logro: "En lo grupal también, desde principio de año sabíamos que era el objetivo que teníamos que ir partido a partido. Que era un campeonato largo y teníamos que entender la idea que Diego (Martínez) nos proponía".

Analizando el gran año de Tigre, rescata: "Creo que con el correr de los partidos, el equipo fue encontrando resultados y se fue asentando. Encontrando la esencia y un funcionamiento de equipo que nos permitía pensar que podíamos pelear el campeonato. Fue siempre con humildad y con trabajo que el grupo estaba demostrando que estaba para cosas importantes. Por suerte se nos dio y estamos felices por eso".

Para cerrar, el ex defensor de San Martín de Tucumán asegura: "Fue un año muy lindo, de muy buena conexión entre jugadores y cuerpo técnico. Creo que cuando encontrás eso, siempre vas a pelear por cosas importantes. Somos merecidos campeones y solo queda disfrutar".