El clásico de la Primera C entre Claypole y San Martín de Burzaco, que no se disputa desde hace siete años, arrancó con el pie izquierdo: el club visitante encontró su estadio con pintadas violentas y repletas de insultos y provocaciones en la previa.

El duelo corresponde a la fecha 15 del Torneo Apertura de esa divisional, donde ambos equipos se encuentran por debajo de mitad de tabla. Sin embargo, la expectativa es porque no se enfrentaban hace mucho tiempo.

Sin embargo, la ansiedad por el duelo desencadenó en hechos violentos que terminaron en agresión al diseño de infraestructura del estadio del club visitante. Ante esto, la APREVIDE decidió reforzar el operativo policial para evitar que se desaten hechos de violencia. Vale recordar que el encuentro se juega sin público, en el marco de las restricciones por la segunda ola de coronavirus.

Tweet de doble amarilla

El ente de seguridad, que depende de la Provincia de Buenos Aires, comenzó el operativo al mediodía y cuenta con la presencia de 60 efectivos entre personal de comando e infantería, cinco móviles policiales y tres motos para custodiar a los planteles.

“Repudiamos toda expresión de violencia. Estamos trabajando para que el clásico se juegue en paz. Cosas como estas, no ayudan. Con el Club Claypole veníamos trabajando de manera mancomuncada para que se pueda vivir una verdadera fiesta y hoy nos despertamos con esta desagradable sorpresa”, sostuvo en la previa Gustavo Gómez, Director Ejecutivo de APREVIDE.