Si bien Atlas era el sello registrado de la Primera D y el "producto consumible" de la divisional, el club quería dejar atrás esa historia para dar el salto a la siguiente categoría. Fueron años de llegar a las últimas instancias y quedar en el camino. Finalmente, el criterio del plantel y el destino quiso que pueda dejar atrás esa historia tras ganar el Reducido tras vencer por 2-0 al Deportivo Paraguayo

En ese sentido, Doble Amarilla dialogó en exclusiva con Nicolás Pardo, uno de los referentes del club y que carga con una historia, como todos los gladiadores silenciosos del Ascenso. De querer dejar el fútbol por las frustraciones a darle un beso a la copa.

- Doble Amarilla: ¿Qué significa para usted el ascenso de Atlas después de tanto tiempo en el club?

- Nicolás Pardo: Medio que todavía no caigo, es una alegría tan grande que uno a veces no sabe como explicarla. Ver la felicidad que generas en tus compañeros, en los hinchas, en la familia y todo. Es una alegría inmensa y más para mí que hace cinco años que vengo en el club, es la tercera final y es una sensación única, la verdad que muy difícil de explicar pero con una felicidad muy grande.

- DA: ¿Pesó eso de saber qué era la tercera final?

- NP: La verdad que si, quieras o no pesa porque sufrí mucho las dos finales que perdí y hasta me replantee dejar todo o seguir pero la familia me empujó para adelante sumado al hambre de uno mismo y que se haya dado la tercera es un premio a eso, a persistir y seguir buscando lo que uno quiero, al final todo se basa en no bajar los brazos ante las malas. Por suerte el hecho de seguir buscando lo que uno quiero al fin y al cabo dio resultado.

- DA: ¿Usted pensó en largar todo después de esas dos finales?

- NP: Sí, a uno siempre se le pasa eso por la cabeza y sobre todo por la segunda que fue por penales y habíamos apostado mucho en todo lo que habíamos jugado y fue un balde de agua frió inmenso. En esos momentos uno piensa en buscar otro club y hasta en largar todo pero por suerte seguí y ahí acá estoy.

- DA: ¿Quién te decidió de seguir?

- NP: La familia que siempre está y el hambre que cada uno tenga en lograr lo que se propone y por lo que cada uno entrenó y jugó tanto de chico, en mayor o menos medida pero todos queremos salir campeón o ascender en donde te toque.

Nicolás Pardo: "Pensé en dejar el fútbol después de perder la segunda final con Atlas"

- DA: ¿Usted tiene otro trabajo? ¿Cuál?

- NP: Si, estuve haciendo de profe de Argentinos Juniors y ahora soy personal, soy casi recibido en educación física y doy clases personalizadas.

- DA: ¿Vale doble para el jugador que tiene que hacer las dos cosas?

- NP: Sin dudas porque hay jugadores que sólo se dedican al fútbol en otras categorías entonces entrena, descansa y quizás a la tarde va al gimnasio y en la mayoría de los jugadores de la D no es así, entonces quizás lo tomamos como un premio doble en el sentido de llegar, no descansar nada y tener que ir a trabajar de vuelta, eso es lo que se valora el doble.

- DA: ¿Es difícil explicarle eso al hincha?

- NP: El hincha de la D sabe que es así y en ese sentido no te exige tanto por ese lado pero la gente externa al club o el que no sabe como se maneja la categoría si te dicen algo pero no saben el esfuerzo que hacemos los jugadores de la categoría puertas para adentro y en su vida personal. Tengo muchos amigos en este ámbito y es para aplaudir el esfuerzo que hacen día a día para jugar al fútbol, porque al fin y al cabo hacemos todo eso para poder seguir haciendo lo que nos apasiona.

- DA: ¿Es su sueño vivir del fútbol?

- NP: Siempre lo tuve y ahora quizás lo siento mas cerca al cambiar de categoría, porque es casi profesional y eso es un paso mas adelante a lo que uno siempre buscó que es vivir de esto. No se me dio, lo vengo buscando y ahora lo veo más factible, desde ya que aspiro a eso.

- DA: ¿Se puso a pensar que pasaba si Atlas ascendía y usted decidía dejar el fútbol?

- NP: La verdad que me hubiese puesto contento por el club porque lo merece pero por dentro iba a sentir una sensación fea de no poder estar ahí. Ahora que lo pienso realmente hubiese sido muy muy feo y por eso tengo que agradecerles a uno por uno los que me empujaron a seguir.