(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Un simple tweet le terminó significando a Julián Romeo una suspensión de un año. Eso fue confirmado por el Tribunal de Disciplina este viernes. La situación fue la siguiente: ofuscado por una situación relacionada al fútbol, el dirigente posteó un texto improcedente en Twitter. 

Ese texto, según el Tribunal de Disciplina, fue agraviante. El dirigente realizó un descargo afirmando que contrató a una empresa para que haga una auditoría en su cuenta de Twitter y presentó un informe que indicaba que la cuenta había sido hackeada y que el posteo se había realizado desde “un cyber café de Claypole, ante lo cual no se pueden realizar acciones legales”. 

Así las cosas, según el entiende el Tribunal de Disciplina de la AFA, la defensa del dirigente no resultó muy firme y resolvió suspender al dirigente por un año para cumplir funciones en la institución.