La de Claypole es una historia de reconstrucción. El club del Sur estaba derruido, con la violencia ganando terreno en cada rincón y devastado de la cabeza a los pies. Así lo recuerda Javier Gómez, de cuando puso por primera vez un pie como Presidente del club. No fue fácil el camino, hace dos años atrás, Claypole debió luchar para evitar la desafiliación, hoy está en la Primera C. Sobre ese camino, que fue mucho más que deportivo, Javier Gómez charló con Doble Amarilla. 

DA: ¿Qué siente con el título obtenido? Usted siempre dijo que era el objetivo
JG: Nosotros lo tomamos como un premio para los chicos, después de ese esfuerzo donde lograron la clasificación y sin dudas apostábamos a esto de poder volver a ascender después de 23 años. Como institución estamos muy orgullosos por el esfuerzo que hicieron porque hace dos años peleábamos por no llegar a la desafiliación y hoy estamos donde Claypole se merece y eso es muy meritorio. Pasamos por situaciones muy complejas entonces hoy estas festejando esto realmente me deja sin palabras ni voz de todo lo que se festeja y que encima me toque estar a mi como presidente es algo muy lindo.

DA: ¿Cómo vivió esos años tan difíciles como hincha y que significa tener este final con usted como presidente?
JG: Es muy emocionante porque ayer me caía la ficha y cuando pitó el árbitro fue como una película, pensar en todo eso, en cuando llegamos la club hace cinco años y estaba devastado, era todo una oscuridad tremenda y nunca nos imaginamos llegar a esto.
Fue consecuencia de muchas cosas: de los socios ayudando, de gente que volvió al club y lo quiere de verdad, de volver a convocarlos, que la familia vuelva a ser parte y se identifiquen de nuevo porque Claypole había perdido su identidad. A veces se llegaba a algún entrenamiento y los chicos no tenían ni ropa para entrenar o no había pelotas, el pasto lo cortaba el DT y entonces llegamos y vimos todo eso pero tratamos de abrirle la puerta a un montón de gente buena tanto del lado municipal como la AFA a través de la gestión de Tapia. Acomodamos al club, lo pusimos bien con sus cuentas pero acá además de lo deportivo hay objetivos sociales muy importantes como lograr que entren de nuevo las actividades del club, que haya contenidos y eso también lo logramos y para mi como hincha es un orgullo. Yo vivo acá y cuando salgo a caminar son todos abrazos y felicitaciones, es algo que nunca imaginé pero que si lo soñé y hoy cumplir ese objetivo es impresionante

DA: ¿Fue difícil que la familia se vuelva a acercar al club por los problemas de violencia que había?
JG: Si porque las situación de violencia eran constantes, pero uno mismo también tuvo que poner limites, haciendo todo por derecha y planteando la situación. Había que hacerles entender que le club no era de ellos, de los violentos y con la familia los logramos sacar, porque a mi una vez me dijeron que la única forma de hacerlo era así, trayendo a las familias y hoy la verdad el club esta lleno de eso y el otro día son los que agolparon las calles y salieron a festejar, por eso digo que esto es un logro de toda la ciudad.

DA: ¿Cómo hizo para luchar contra esos violentos y sacarlos?
JG: Fue muy difícil, pase noches enteras sin dormir y con miedo, porque como te digo yo vivo acá y ser presidente del ascenso es difícil por eso, porque salimos a comprar a la esquina y te los cruzas acá entonces me acompaño mucho la gente, el barrio, las instituciones y yo creí en las fuerzas de seguridad pero también poniendo los límites correspondientes. Acá tuvieron que entender que el club es de los socios, de los hinchas y las familias y no de terceros y que había que respetar a la dirigencia, algo que no por mucho tiempo no pasó en el club y por eso estuvo mucho tiempo sin presidente y me parece que lo principal es el respeto hacia el otro y respetar los lugares donde hay chicos y hay gente haciendo deporte. Fue muy difícil pero por suerte se logró.

DA: ¿Valió la pena atravesar toda la pandemia que fue tan difícil para los clubes para terminar así?
JG: Fueron situaciones muy difíciles , impensadas. No se si valió la pena pero si que todo esfuerzo tiene su recompensa. Durante la pandemia también hicimos muchas cosas para ayudar a la gente, demostrando que el club es una herramienta muy importante en ese aspecto en cuanto a que haya gente que venga a buscar su plato de comida por ejemplo y a al larga, hacer el bien y trabajar así te da su recompensa y sobre todo cuando lo haces por amor y sin buscar beneficios propios.

DA: ¿Ahora si sólo les queda soñar con ese famoso partido con Boca?
JG: Mañana mismo los chicos estarán entrenando pensando en ese partido, así que esperemos que venga pronto y creo que es un premio a todo lo que vienen haciendo.
Les dije que lo tomen como un premio pero que hay que hacer un papel digno y la verdad que lograron tantas cosas que porque no soñar con que se puede.