Deportivo Riestra superó a Almirante Brown por 2 a 0 en el partido desquite de una de las llaves de semifinal de la Primera Nacional, en el Estadio Fragata Sarmiento, resolvió la llave con un contundente 4 a 0 y de esta manera se instaló en la final por el segundo ascenso a la Liga Profesional en la que se enfrentará con Deportivo Maipú.

El "Malevo" que nació en Pompeya y se instaló en el Bajo Flores hace apenas una década, en la temporada 2013/14 se consagraba campeón de la Primera "D".

Los goles lo convirtieron Jonathan Goitía con un tremendo derechazo y Nicolás Dematei.

Por su parte Almirante Brown, gran protagonista a lo largo de todo el ciclo, volvió a trastabillar en un momento decisivo.

Con peleas en la previa, en el saludo FIFA, con un amonestado antes de arrancar el juego y un expulsado al minuto 2, Pedro Ramírez de Riestra por un plangcazo sobre Axel Ochoa, el choque tuvo un condimento demasiado picante. 

Con toda la obligación sobre su espalda por el resultado adverso de dos goles del juego de ida y por arrancar once contra diez, Almirante saltó a escena con un dibujo táctico más ofensivo que el habitual con la premisa de poblar el campo adversario con muchos futbolistas y tomar el mando en el aspecto posicional.

Claro que Riestra, como siempre cargado de energía física y dispuesto a no resignar nada a la hora de afrontar las pelotas divididas, dejó claro de movida que no se iba a dejar llevar por delante.

Y fue el visitante el que llegó primero con una gran acción de Cachete Acuña que se sacó de encima a tres rivales a pura gambeta antes de sacar un zurdazo potente que Ramiro Martínez desvió de manera magistral al tiro de esquina.

De ese mismo córner se dio un rechazo defensivo que desembocó en el empeine derecho de Jonathan Goitía que clavó un remate inolvidable al ángulo derecho.

De esta manera, el "Malevo" cerró el primer tiempo sin ningún tipo de sobresaltos.

Encima en el arranque del segundo tiempo Nazareno Bazán se hizo expulsar y el partido ya solo tuvo margen para el segundo de Riestra tras un desborde electrizante de la gran Milton Céliz y una definición lujosa del "Vikingo" Nicolás Dematei.