(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Independiente Rivadavia de Mendoza ya está en Buenos Aires para disputar su partido por la Primera B Nacional ante Almagro, aunque el encuentro quedó en duda. Es que a última hora de desde la APREVIDE aseguraron que el club local no hizo el pago del operativo de seguridad y que no prestarán servicios. Por esa razón, se decretaba la suspensión.

Sin embargo, esta noche la dirigencia del Tricolor salió al cruce y aseguró haber pagado el operativo de  antes a las 21: "Queremos aclarar ante versiones equívocas que Almagro pagó en tiempo y en forma el operativo policial para el encuentro de mañana ante Independiente", escribió el club en sus redes sociales.

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¿Pero quién miente? Según pudo saber, Doble Amarilla de fuentes policiales, el club tenía tiempo para abonar hasta el viernes al mediodía. Sin embargo, desde el organismo que conduce Juan Manuel Lugones se apresuraron y comunicaron la suspensión del encuentro que debe disputarse por la tarde. Este medio pudo comprobar, que el pago al ente de seguridad por el operativo policial se realizó esta misma tarde, es decir, varias horas antes del tiempo límite. Tal como consta en el comprobante, Almagro abonó, vía banco Credicoop, $87.840 correspondientes al servicio.

Cruce entre Lugones y Almagro, ¿quién miente?

Curiosamente, en la semana el club mantuvo una discusión con APREVIDE. El organismo de seguridad pretendía que el operativo tuviera cerca de 400 policías, una cifra que lucía injustificable por la cantidad de público que se estima que irá a presenciar el encuentro y que se hace impagable para casi todos los clubes. Tras varios idas y vuelta, Almagro consiguió bajar a 120 los efectivos necesarios para poder abrir el estadio. Lo raro es que cuando abonaron, el encuentro repentinamente suspendió. La medida, inclusive, sorprendió a la propia policía. ¿Será la medida una venganza por plantarse a un poder discrecional de APREVIDE del que todos los clubes se quejan?, ¿tendrá conciencia Lugones lo que les cuesta a equipos del interior venir a Buenos Aires y cancelar los partidos a último momento?,¿es un escarmiento para que a los clubes les quede claro que si se oponen a las decisiones del gobierno provincial les puede costar caro? Esas son preguntas que flotaban anoche en el aire.