(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La definición de 'leyenda' reza que es una "narración popular que cuenta un hecho real o fabuloso adornado con elementos fantásticos o maravillosos del folclore, que en su origen se transmite de forma oral". No existe mejor manera de definir la vida de Tomás Felipe "Trinche" Carlovich.

Considerado un mito popular del fútbol argentino profundo, al Trinche el propio Diego Armando Maradona le firmó una camiseta diciéndole "fuiste mejor que yo". Ocurrió cuando Gimnasia de La Plata visitó a Newell's, por la Superliga 2019/20. En aquel momento, un emocionado Carlovich le dijo: "Diego, ya puedo partir tranquilo". Meses después, aquello tomaría fuerza de profecía.

La vida del genial "Trinche", paradigma oculto y a la vez reverenciado del fútbol argentino, se apagó de manera repentina. Y no fue el coronavirus, fue la inseguridad. El artista del fútbol rosarino fue interceptado el pasado miércoles por dos muchachos que le robaron la bicicleta y, no conformes con eso, lo golpearon hasta dejarlo gravemente herido. Como toda leyenda, su final fue errático o estuvo signado por cosas non-sanctas. Su vida, en parte, también. Aunque nunca quiso hablar mucho de ello, agrandando el mito.

De esa golpiza que recibió, quedó en coma. Tenía un derrame cerebral. Los médicos del HECA de Rosario, el lugar dónde ingresó, hicieron un intento por salvarle la vida y lo operaron esta mañana para desinflamarle el edema. Ingresó a las 8.30 de la mañana. Pero el "Trinche" que tanto resistió, no pudo con la operación y su vida se apagó. De todas maneras, como todo mito, su leyenda nunca morirá.

"Era nuestro ídolo. Hoy estamos muy conmovidos. Todavía voy a las canchas de Buenos Aires y me preguntan por él, por cosas que hizo 40 años atrás. Era verdad que se transformaba en un mito", dijo en declaraciones a Radio2 AM1230 Eduardo Bulfoni, presidente de Central Córdoba, equipo en el que 'El Trinche' Carlovich se convirtió en un ídolo y dónde brilló a la par de los grandes cracks del fútbol argentino. Tanto es así que, cuando lo conoció, Julio Grondona se largó a llorar.

El fallecido jugador inició su carrera, a finales de la década de 1960, en las inferiores de Rosario Central, y tras un breve paso por Flandria en 1972 llegó al club en el que se convirtió en ídolo, el Central Córdoba, donde estuvo en diversas etapas de su vida. También pasó por Colón y Deportivo Maipú, de Mendoza.

¿Dónde empieza su mito? En la preparación argentina para el Mundial de Alemania 1974. La selección mayor, con figuras del nivel de Mario Alberto Kempes, jugó un amistoso con un grupo de jugadores de clubes rosarinos, en el que el 'El Trinche' Carlovich despuntó y su juego quedó en la retina del imaginario futbolístico argentino para siempre. Y a "para siempre" no le puede ganar la muerte. Que en paz descanses, Trinche.