Anoche, en plena asamblea de San Telmo, Fernando Leiro, presidente del club vivió una situación desagradable y gravísima. Aproximadamente 15 barrabravas, con armas de fuego, lo atacaron para pedirle la inclusión de un ex dirigente a la nueva comisión directiva. En dialogo con Doble Amarilla, el mandamás también confirmó el motivo de por qué no hizo la denuncia, una actitud reprochable si pensamos que quieren combatir la violencia en el fútbol. 

Periodista: ¿Qué fue lo que sucedió anoche en la asamblea de San Telmo?
Fernando Leiro:
Estábamos continuando la asamblea que se inició hace 15 días atrás, que pasó a un cuarto intermedio por Lovato, porque no se quería bajar de la lista y la verdad es que a él no lo quiere nadie. Entonces pedí unos días para ver si en estos 15 días bajaba un poco la espuma del lado de él porque el resto del club está bien. ¿Y cómo terminó? Ayer irrumpió con 15 matones para pelear, bochornoso.

P: ¿Cuál es el problema que tiene Fabián Lovato?
FL:
Esto es algo que se viene dando desde hace un tiempo, que es la renovación de autoridades y yo tengo que formar la comisión directiva y todo el mundo se me bajaba si estaba Fabian Lovato. Me reuní con él hace dos meses, aproximadamente, y le dije: “Mirá Fabian, si estas vos se me bajan todos, no te quiere nadie”. Y ahí empezaron los conflictos.

P: ¿O sea que la responsabilidad de lo que sucedió ayer es de Lovato?
FL:
Por supuesto, no tengas dudas que fue él. Se lo podes preguntar a las 100 personas que estaban en el club, pacíficamente, para elegir autoridades. 

P: Después del ataque, ¿pudo hablar con Lovato? 
FL:
No, me fui rápidamente del lugar. Especialmente personalizaron la agresión  con Carlos Ríos (Dirigente) y conmigo. 

P: ¿Los violentos que pedían?
FL:
Ellos lo que quieren es que (Fabián) Lovato siga en la comisión directiva. Y la realidad es que a Lovato en el club no lo quiere nadie, hace dos años que no pisa la institución. 

P: ¿Anoche hubo armas de fuego?
FL:
Aparentemente sí, yo no las vi pero las otras personas que estaban allí dijeron que sí.

P: ¿Y porque no lo quiere nadie? ¿Qué hizo?
FL:
Si fuera una sola cosa, sería muy fácil de corregirlo. Hizo un sin números de pequeñas cositas: degrada a la gente, maltrata a los empleados del club, a los que trabajan les dice que es una porquería y, lejos de aceptar que es así,  él dice que le tenemos envidia por el puesto que tiene hoy en la estructura del fútbol argentino.

P: Se sabe que tiene un cargo en AFA y teme por perderlo sino forma parte de la comisión directiva del club.
FL:
Ese no es un problema mío ni de San Telmo. Mi responsabilidad es armar una dirigencia armónica con gente que tenga ganas de trabajar por el club, nada más.

P: ¿Usted hizo la denuncia policial?
FL:
No, no la hice.

P: ¿Y por qué no la hizo?
FL:
No tengo una respuesta clara para decirte. No la hice porque no la hice, porque no soy de tomar ese tipo de actitudes.

P: ¿No cree que haciendo la denuncia policial puede ayudar a combatir el problema de los barrabravas?
FL:
No, para nada. No se termina con una denuncia, esto es un flagelo de la sociedad en la que vivimos. No tengo confianza que se solucione por una denuncia.

P: Después del ataque de anoche, ¿Tiene pensado seguir en el club o alejarse?
FL:
Lo más probable es que me aleje. Me cansaron, yo no estoy cansado ni agotado, al contrario me siento bien e íntegro, pero hay cosas que desgastan y no tienen sentido. Lamentablemente los dirigentes honestos, los que trabajan y ordenan los clubes, que son muchísimos, son los que siempre salen perdiendo ante estas patotas de delincuentes.

P: Si usted lo tuviera enfrente a Lovato, ¿Qué le diría?
FL:
Que me diga porqué lo hizo. Nadie entiende porque llevó la situación a éste extremo. Si él pensaba que con esto podía lograr algo, le puedo asegurar que las 100 personas que estaban ahí, unánimemente se dieron cuenta que con esa actitud, logró la inversa de lo que buscaba. Intentó apagar un fueguito con un balde de nafta. Lo hizo de la peor manera.