Un golpe de knock-out: la leyenda del boxeo, Manny Pacquiao, perdió las elecciones presidenciales en Filipinas.

El ex boxeador, campeón del mundo, quedó tercero en las generales con un 6,6% de votos. Con el 56%, Ferdinand Marcos Jr., hijo del fallecido dictador, resultó electo presidente del país. “Solo espero que aunque yo haya perdido esta pelea, mis compatriotas filipinos que están sufriendo ganen”, confesó el ex púgil. 

“Como boxeador y atleta, sé aceptar la derrota”, fueron las palabras de Pacquiao a través de sus redes sociales, tras la categórica derrota. En el recuento, consiguió apenas 4 millones de votos, por detrás de Marcos Jr. y Leni Robredo. Según los medios locales, este resultado se debe a la "falta de intelecto" y la ausencia permanente en el Senado, lo que puso en duda la capacidad para gobernar un país con 110 millones de habitantes. 

Con 43 años, el ex deportista se presentó en las elecciones con la promesa de combatir la corrupción, el narcotráfico y mejorar el nivel de vida de la sociedad. "Ojalá que ayude a los muchos pobres de este país", le pidió al electo presidente.