Nahuel Molina Lucero es una de las sorpresas de la Selección Argentina. El futbolista de Udinese captó la atención de Lionel Scaloni y es uno de los futbolistas con mejor rendimiento en el combinado Nacional en la Copa América.

Si bien ahora se desempeña en el fútbol italiano, su pasado está ligado a Boca: Molina debutó en 2016, bajo la dirección técnica de Rodolfo Arruabarrena.  El jugador no tuvo continuidad en el Xeneize, ya que jugó 9 partidos y en 2018 pasó a préstamo por Defensa y Justicia. Luego, tuvo un paso por Rosario Central. A principios de 2020, el futbolista volvió a Boca.

En ese momento, Molina debía comenzar a negociar su contrato, que vencía el 30 de junio. Sin embargo, las negociaciones con el Consejo de Fútbol no prosperaron y, si bien continuó entrenando en el club, quedó libre a mediados de 2020.

En septiembre, Udinese cerró su fichaje: desde ese momento, disputó 97 partidos en los cuales convirtió 4 goles y brindó 9 asistencias.

En mayo pasado, Molina dio una entrevista al Diario La Nación y se refirió a su salida del Xeneize. "Se dio de una manera que no me gustó. Nunca pudimos arreglar el contrato, fue el momento más amargo de mi carrera, y después vino la pandemia", manifestó.

"No me peleé con nadie, nunca tuve un problema. Conozco a todo el mundo, no solo a los dirigentes. Me hubiese gustado jugar muchísimo más", agregó el lateral.