En pocos días se jugarán las definiciones de las copas Libertadores (masculina y femenina) y Sudamericana. La sede elegida para las finales fue Montevideo, Uruguay. En esta oportunidad, los cuatro protagonistas de la rama masculina serán equipos brasileños, por lo que deberán prepararse de una manera especial: Palmeiras, Flamengo, Paranaense y Bragantino acaparan los partidos en la rama masculina, mientras que en la femenina aún resta conocer a los dos equipos.

En esta nota el plano futbolístico quedará al margen. En Doble Amarilla nos propusimos indagar cómo repercutirán las finales en el ámbito de los sectores gastronómicos y hoteleros, dos ejes fundamentales para abrir la ciudad a los fanáticos y delegaciones que participarán de las finales. Para esto, dialogamos con Agustín MaddocksSecretario General de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Uruguay (AHRU), quien contó las expectativas que tienen, dio detalles sobre la ocupación hotelera durante noviembre y destacó la posibilidad de abrir Montevideo hacia un turismo que no está tan acostumbrado a recorrerla, como lo es el brasileño.

“Las expectativas son espectaculares, porque Uruguay no escapa a la situación que tiene el turismo a nivel mundial. Somos uno de los países que tiene mayor porcentaje de vacunación en el continente, pero seguimos en una situación bastante desafiante y creemos que vamos a seguir así mínimamente dos años más”, comenzó Maddocks.

Uno de los aspectos principales en los que se notará la presencia de brasileños en Montevideo será en los hoteles. “Veníamos de una ocupación en Montevideo que rondaba el 25% y que pendulaba y no superaba el 35%. Ya hace un mes que logramos pasar el nivel promedio del 30% en la ciudad y con unos picos del 35% en los fines de semana”, comenzó explicando el Secretario General de AHRU.

“Eso va a cambiar rotundamente en la segunda quincena de noviembre, período que, desde hace un mes, mes y medio que no hay más lugar en la ciudad, ya sea para el fin de semana del sábado 20 como del 27. Uruguay es un país con distancias muy cercanas, entonces, lo que se hizo fue, cuando se colmó la capacidad hotelera de la ciudad, se comenzaron a realizar reservas en localidades cercanas. Eso es lo que generan las copas”, agregó, en referencia a los fines de semanas en los que se disputará, primero la Copa Libertadores, y luego, la Sudamericana. “Si bien vamos a tener muchos hinchas brasileños en Uruguay, también hay un tema de logística de la Conmebol que tiene que ver con los equipos de fútbol. Hay una serie de demandas que están relacionadas con las dos finales”, completó.

A su vez, destacó que la realización de las finales de la Conmebol fue un impulso para locales que, por la pandemia, habían decidido cerrar sus puertas. “Algunos hoteles que permanecían cerrados por la pandemia, gracias a estas finales van a reabrir. Si hablamos de reactivación, estos eventos hicieron que quienes dudaban, abrirán para las definiciones coperas”, contó.

La ventaja para Montevideo al albergar las finales no se reduce solo a lo futbolístico. “De por sí para Montevideo noviembre es el mes más alto, de mejor ocupación del año; no lo estaba siendo hasta ahora por el tema de la pandemia, pero históricamente lo fue. Tener la posibilidad de recibir las finales no solamente es un respiro muy importante para poder terminar el año de mejor manera, sino también que posiciona a Montevideo como destino en el mapa mundial. Que tengamos la capacidad de poder realizar las finales en un estadio emblemático que fue remodelado como lo es el Centenario”, destacó.

En este sentido, organizar eventos en una ciudad única trae muchos beneficios y no solo en el espacio de la gastronomía y en el sector hotelero, sino que, tal como explica Maddocks, las finales generarán un efecto derrame que también será beneficioso para otros rubros. "Esa es la importancia que tiene el turismo de reuniones. Albergar una final de Libertadores o Sudamericana es turismo deportivo y de grupos y es una buena muestra de lo que significan los Congresos, las convenciones para un destino y el derrame que tienen hacia ese destino. Los restaurantes de la ciudad van a estar colmados durante esos días, la demanda va a ser muy superior a lo que solemos tener; después habrá un derrame hacia el transporte, hacia las aerolíneas, negocios locales... Montevideo está haciendo un trabajo interesante en capitalizar esos eventos para poder promocionar y vender la ciudad al mundo”.

La Intendencia de Montevideo prevé invertir más de U$S 680.000 de cara a las finales y espera un retorno veinte veces mayor, según indicó El Observador a mediados de octubre. Estos ingresos, serán derivados de los alojamientos y del consumo gastronómicos. Para conseguir estos ingresos, planean asegurar la limpieza, la movilidad, la iluminación y la mejora del estadio para posicionar como destino turístico a la capital uruguaya.

Asimismo, Maddocks manifestó que es la oportunidad para atraer al turista brasileño a visitar el país: “Históricamente, en pre-pandemia, el 65% de los turistas que ingresaban a Uruguay eran de Argentina y el 15% de Brasil. La gran oportunidad que tenemos como industria de turismo es poder mostrarles Montevideo y Uruguay a ese segmento, que está muy cerquita de nosotros, y es uno de los que menos nos aporta en cuanto a turistas anualmente”.

¿En qué aspectos harán hincapié para recibir a los hinchas brasileños? “Lo primero que se habla es la cerveza bien helada. Obviamente sabemos que los brasileños se caracterizan por su buen humor, por tener algunos patrones de consumo distintos a los nuestros. Buscaremos abastecernos más en lo que es bebidas y a su vez adaptar la propuesta gastronómica, sin perder la oportunidad de mostrarles nuestros clásicos platos como el chivito, que es algo bien característico de nuestro país”, concluyó.