Una verdadera batalla campal entre las barrabravas de Querétaro y Atlas en México, en el estadio La Corregidora, dejaron un saldo oficial de más de 26 heridos y tres de ellos en una grave situación, aunque no se registraron muertos de manera oficial. 

Pocos días después de este hecho aberrante, Hernán Cristante, el entrenador argentino del Querétaro, aseguró que “nada se asemeja al miedo de que estén amenazando a tu familia. Han recibido amenazas. No puedes estar tranquilo, se exacerbó a un nivel que no tiene comparación”. 

Tras lo sucedido, los jugadores están analizando dejar la ciudad: “Hoy hay un plantel sensible, con temor y con amenazas, cuando realmente no estuvo involucrado en ningún acto de violencia ni incitando a que pasaran estas cosas”, confirmó.

Y agregó, con tristeza: “Que mis jugadores lleguen llorando a entrenar o que sus hijos les pidan que ya no vengan a entrenar... Eso es terrible”.

Según le confiaron a Doble Amarilla, la disputa entre ambas hinchadas viene desde hace años, más precisamente cuando el 29 de abril de 2007, Querétaro buscaba salvar la categoría ante Atlas, pero perdió 1-0 y descendió.  ”El marco estaba espectacular, todos estaban disfrutando lo que estaba pasando en la cancha. Era un buen partido de fútbol, había muchas familias en el estadio, la gente de Atlas alentando, la gente de Querétaro alentando y algo pasó, algo sucedió”, dijo. 

Y cerró: “ni se asemeja con que estén amenazando de muerte a tu familia... llamar a los jugadores o la gente de la institución asesinos cuando ellos expusieron su integridad y se expusieron para poder salvar a alguien”.