La incredulidad ganó a todos los presentes en el Cilindro. Racing perdió el partido que no tenía que perder. Erró goles increíbles y encima, su rival le convirtió y le complicó la noche, a tal punto que gracias al triunfo de Melgar, quedó eliminado de la Copa Sudamericana.

Ante ese panorama, cuando terminó el partido, muchos de los jugadores de la Academia se enteraron allí cuál era el destino deportivo que les deparó la noche, ya que la gente respondió con silbidos y los suplentes fueron a consolar a los futbolistas que estaban en el campo de juego.

Y las cámaras de televisión pudieron tomar a Tomás Chancalay consultando por lo que ocurría en Perú y al responderle un futbolista, dijo: "No lo puedo creer". No, nadie lo entiende...