Los árbitros Andrés Cunha (uruguayo) y Roberto Tobar (chileno) fueron suspendidos de forma indeterminada por la Comisión de Arbitraje de Conmebol luego de sus actuaciones en la última doble fecha de eliminatorias sudamericanas. En el caso de Cunha una de las claves para la decisión fue el codazo de Nicolás Otamendi a Raphinha en el clásico disputado en San Juan.

Al minuto 34 del primer tiempo, se desató la primera polémica del clásico sudamericano, cuando Nicolás Otamendi en el forcejeo, agredió a Raphinha con un contacto del antebrazo a la cara, muy cerca del codazo, que Cunha deja seguir. Después de unos minutos de deliberación en el VAR, Esteban Ostojich entendió que fue movimiento natural del jugador argentino con el antebrazo que no mereció la expulsión.

"Para mi fue un golpe, pero sin intención", dice Cunha en el audio del VAR, que difundió la Conmebol hace instantes. "Yo considero que el golpe es con el antebrazo en el rostro, con intensidad media. Esto me parece que es falta de tarjeta amarilla. No lo considero tarjeta roja", agrega Ostojich. Acto seguido, caratula al hecho como "uso de brazo indebido al límite".

Esto desencadenó una suspensión, por tiempo indeterminado, para ambos jueces, por parte de la Comisión de Árbitros del organismo sudamericano, quienes entienden que "incurrieron en error grave" por no haber expulsado a Otamendi. 

Como consecuencia de la suspensión por tiempo indefinido, Conmebol anunció el reemplazo de Cunha para la final de la Copa Sudamericana, en la que estaba designado como el árbitro principal del VAR. Su lugar será ocupado por su compatriota Leodán González. 

Por otro lado, Roberto Tobar también fue sancionado por haber "incurrido en errores graves y manifiestos en la conducción disciplinaria del partido" entre Colombia y Brasil, por la fecha 11.