La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) decidió poner un límite a los incesantes cambios de técnicos de los clubes en la primera división. Buscan con esta medida frenar los constantes despidos y sanear las economías de los clubes.

La nueva regla determina que los 20 clubes que participan del Brasileirao podrán despedir únicamente a dos entrenadores por temporada. Si deciden un segundo cambio, el sustituto tendrá que ser un miembro del club que trabaje “por lo menos desde hace seis meses” en esa institución, precisó la CBF en un comunicado. El principal objetivo es facilitar la “organización administrativa y la planificación financiera” de los clubes.

Los entrenadores, a su vez, solo podrán cambiar de equipo una vez durante una temporada, excepto en caso de despido. “Se trata de un gran avance para el fútbol brasileño, que será bueno tanto para los clubes como para los entrenadores”, afirmó el presidente de la CBF, Rogério Caboclo, citado en el comunicado.

La normativa entrará en vigor en el Brasileirao de este año (que empieza el 29 de mayo) y “supondrá una relación más madura y profesional y permitirá trabajos más prolongados y consistentes. Es el fin del juego de las sillas”, sostienen.

Según un estudio publicado el año pasado, y que analiza desde el 2003 hasta 2018, la liga de Brasil es la que más cambia de entrenadores con un promedio de 37,1 cambios por temporada. Le siguen la primera y segunda división de España (27,6), Argentina (21) y Colombia (11,3), precisa el estudio, realizado por los académicos Matheus Galdino, Pamela Wicker y Brian Soebbing.

En la temporada pasada, el Botafogo cambió hasta cuatro veces de director técnico. En 2021, los equipos San Pablo y Santos ya anunciaron nuevos técnicos, los argentinos Hernán Crespo y Ariel Holan respectivamente.

La media se adoptó luego de una votación de los propios clubes que terminó con un resultado a favor de 11 a 9, por lo que el debate fue intenso y la polémica continúa. Fluminense, Inter de Porto Alegre, Palmeiras y San Pablo fueron algunos de los que apoyaron el sí, mientras que Atlético Mineiro, Flamengo y Gremio, junto con otros, se inclinaron por el no.