(@Libertadores) José Balza, un talento de 21 años, parte de la mejor camada en la historia del fútbol venezolano, la misma que la rompió en el Sudamericano Sub20 y en el Mundial de la categoría en 2017, va corriendo en el último minuto de Cuzco, casi sin aire, luego de que Gustavo Dulanto se patinara, encara al arquero, se la pica y cambia la historia. Deportivo La Guaira, el único equipo debutante de esta Libertadores, pasa a la Fase 2, en un escenario milagroso.

La semana que viene, en Caracas, recibirá, nada más y nada menos, que a Atlético Nacional. El equipo de Medellín ya ganó dos veces la Libertadores. La Guaira recién debuta. Balza es un chico de 21 años. Tuvo un breve paso por el fútbol chileno, en Unión Española. Antes, salió de Carabobo. Y empezó a conquistar el mundo de la pelota.

“Estoy muy contento por la oportunidad que me dio el profe, intentaré seguir trabajando con fuerza en los entrenamientos para tener más chances y tratar de aprovecharlos. Llegué a un equipo con jugadores de gran categoría y que ya estaba formado, sé que no será sencillo, pero también sé que esto es una competencia diaria y que el que esté mejor es el que será tomado en cuenta por el entrenador”, declaró, a mediados del año pasado, al llegar a La Guaira. Su arribo tenía que ver con un gran pedido de Daniel Farías.

Farías calculó esta victoria físicamente: se prepararon en La Paz para llegar preparados para la altura de Cuzco. Vaya uno a comprobar si algo de eso tuvo o no que ver con esta historia. Lo cierto es que Balza, que no había realizado un gran partido, apareció corriendo sobre el final, dando zancadas, al galope, sacando distancia, para llegar cara a cara con el arquero y definir de manera exquisita. Y así elevar al cielo la 10, como los grandes cracks de éste mundo.