Una fuerte polémica se desató en torno a Botafogo, último campeón de la Copa Libertadores y del Brasileirao. La misma gira en torno a John Textor, dueño de la institución por intermedio de Eagle Football Holdings, ya que usará el premio monetario que el club brasileño obtuvo por ganar el trofeo continental para el salvataje del Olympique de Lyon, cuadro de la Ligue 1 de Francia y que está bajo su control.

Lyon fue sancionado en 2024 por la Dirección Nacional de Control y Gestión del fútbol de Francia con dos condenas de gran peso específico: el impedimento de fichar jugadores en este mercado de pases y un descenso a segunda división en suspenso, que se concretará en caso de no cancelar una deuda que alcanza la línea de los €175 millones.

Inédito: con fondos de las copas de Conmebol se solventan clubes europeos
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Para apagar los incendios del Lyon, Textor usará los U$S 23 millones de dólares que la CONMEBOL le dio al Botafogo por ganar la Libertadores en el estadio de River. También lo hará con los U$S 33 millones que el club ganó con la transferencia de Luiz Henrique al Zenit de San Petersburgo. Este movimiento es polémico por donde se lo mire, debido a que se utilizan recursos del fútbol sudamericano para salvar a una entidad europea.

En suma, serían U$S 56 millones los que Botafogo le de al cuadro galo. Esa cifra representa el 32% de su deuda. Al mismo tiempo, Thiago Almada, campeón mundial con la Selección Argentina y figura en la Libertadores 2024, pasó del Fogao al Lyon a costo cero.

Más recursos del Botafogo al servicio del Lyon

Botafogo cayó en el Derbi de las Américas de la pasada Copa Intercontinental de la FIFA, y por su participación el ente contralor del fútbol mundial le dio U$S 1.5 millones. Ese monto y el que percibirá por el próximo Mundial de Clubes también estarán a disposición del Olympique de Lyon.

Alerta en Brasil por los altos costos salariales de los futbolistas tras las llegada de las SAD

El arribo de las Sociedades Anónimas al fútbol de Brasil causó un fuerte impacto, desde el arribo de figuras mundiales hasta exorbitantes ventas de sus jóvenes proyectos. En la actualidad, esto significa un problema y varios directivos comenzaron a preocuparse. 

"Estamos asustados, pero tenemos que armar un equipo", expresó el presidente del Fluminense, como otros directivos y entrenadores que se enfrentan a diario con precios que "asustan" para fichar jugadores.

Según el mandamás de la campeón de la Copa Libertadores en 2023, los futbolistas piden salarios exorbitantes y sus pases cuestan mucho más que hace unas temporadas: "Desde que llegué a la presidencia, el salario del jugador que ganaba R450 mil (unos U$D75 mil al cambio actual) se duplicó", afirmó.  

En la misma medida, fue tajante: “Hay volantes o defensores que ganan más de un millón de reales, imaginen lo que piden los atacantes. Las cifras asustan, no está fácil”, más allá de que el “Flu” viene de realizar la compra más importante de su historia, al comprar a Agustín Canobbio en U$D 6 millones.

"La entrada de los inversores de las SAD lo ha inflado, porque es un dinero de fuera y eso no representó un crecimiento en los ingresos de los equipos, solo un aporte", sostuvo Marcelo Paz, director ejecutivo del Fortaleza, que agregó sin tapujos: “Esta burbuja va a estallar en algún momento, de eso no hay duda. Los clubes que quieran seguir organizados lo tendrán difícil para competir, porque competirán con los que se han inflado y que tendrán mejores resultados deportivos a corto plazo”.