(Desde la redacción de DOBLE AMARILLA) En el partido de ida, Boca sacó la ventaja necesaria para sentirse a un paso de las semis de la Copa Libertadores. Desde La Ribera confían en el 2 a 0 y viajan a Brasil sabiendo que será muy difícil que le den vuelta la serie. Aunque en Belo Horizonte, piensan todo lo contrario. El sentimiento y ánimo es otro: de esperanza y unión.

Cruzeiro quiere hacer sentir la localía y demostrar que con el apoyo de todos los hinchas, jugadores y dirigencia, pueden revertir el mal resultado que consiguieron en la Bombonera.  Por eso, el club  está organizando junto a sus peñas una verdadera fiesta para el día jueves, cuando se dispute la revancha. Según pudo saber Doble Amarilla, la idea es generar un clima hostil y que la ciudad se tiña de color azul, para que se viva desde hoy hasta el día del encuentro, un ambiente de remontada y, que Boca sufra toda la estadía en Brasil. 

Es tal la expectativa que hay entre los fanáticos del club brasileño que en los últimos días, la dirigencia tomó la decisión de quitarle lugar a los hinchas Xeneizes para sumarle más entradas al público local y así, que reviente de aliento el estadio. ¿Qué hicieron? Le redujeron el espacio que tenían los hinchas Xeneizes en la tribuna y, le otorgaron 2 mil localidades más para los locales. Según informó el propio club, cuando se pusieron a la venta los nuevos tickets, a los pocos minutos ya estaba todo agotado.

En este tipo de cruces sudamericanos de copas internacionales, el apoyo de los hinchas juega un papel importante para los clubes. Y Brasil suele ser uno de los países más provocadores e intensos en cuanto a este tipo de cuestiones. Apenas terminó el partido de ida, donde Boca se impuso por 2 a 0 contra Cruzeiro, los fanáticos del conjunto brasileño denominados “La torcida Azul” empezaron a vivir el duelo como si fuera una guerra. A través de un video, arengaron al equipo avisando que este partido hay que vivirlo como si fuera el último y que hasta que el final no hay que darse por vencido.

Así llega el Cruzeiro al duelo del jueves. En Belo Horizonte hay euforia, expectativa y esperanza. ¿El equipo podrá revertir el resultado?