Emiliano "Dibu" Martínez inscribió su nombre en el firmamento de la Selección Argentina en la victoria ante Colombia. Así como los dos Sergio, Goycochea y Romero la rompieron en series por penales en Italia '90 y Brasil 14', el arquero del Aston Villa no se quedó atrás y logró algo que ellos no pudieron: tapar tres penales en la definición. Goyco y Chiquito habían tapado dos cada uno. Claro, en aquella oportunidad fueron en Mundiales, ahora en la Copa América. Pero se festeja igual, eh. 

El arquero realizó su partido soñado, tapó un par de mano a mano en el partido, mostró seguridad en el juego aéreo y remató su noche con una definición por penales soñada, en la que se "comió" -según sus propias palabras- a Davinson Sánchez, Yerry Mina y Edwin Cardona. A los dos primeros les habló, los trabajó, los puso nervioso y los desconcentró y logró tapar esos penales. En el caso del jugador de Boca, no dijo nada y confío en su intuición.

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Toda la "virilidad" que mostró en la tanda y en el festejo haciendo movimientos sexuales, se desmoronó en el festejo, cuando le brotaron lágrimas de los ojos y mostró su emoción por lo sucedido. Después del partido, en palabras de su hermano, de Lionel Messi y de Lionel Scaloni, se supo que el "23" había sido papá hace pocos días atrás y por los protocolos estrictos y demás, no pudo estar en el nacimiento de su hija: "Dibu fue papá hace cuatro días. Y lo vivió por teléfono, ni sé si muchos lo sabían. Eso le dió más fuerza", dijo su hermano, Alejandro, en TyC Sports.

"Hoy me tocó ser el glorioso a mí", le dijo a los medios el héroe de la noche, post partido. Cuando vuelva a su casa, Dibu le podrá contar a su beba que atajó en una final de América, en el Maracaná y ante Brasil. Ojalá el final sea como el de ayer en el Mané Garrincha, con lágrimas de alegría.