Independiente caía por la mínima en el Parque Viera ante el City Torque y tenía un hombre menos. Jonatán Rak, del local, pegó un patadón merecedor de expulsión. El árbitro del partido, el paraguayo José Méndez de Acosta sólo amonestó y desató el aluvión de protestas en el banco rojo. Primero, amarilla a César Velázquez, después a Silvio Romero. Todo a instancias de Milcíades Saldívar, también paraguayo, que había informado al Juez principal.

Sin embargo, la amarilla no calló al capitán del Rojo que siguió quejándose. Acto seguido, el Juez le mostró la roja y lo mandó a las duchas. Así, Independiente perdió un buen cambio en la noche de Montevideo y tampoco tendrá a su capitán la próxima jornada, ante Bahía, en Avellaneda, en el duelo más trascendental del grupo B.

Cuando varios pensaban que el arbitraje en el duelo ante el City Torque era un pase de factura por lo ocurrido en Bahía, y las palabras del propio Romero contra Conmebol, el penal que le otorgaron al elenco argentino en el '90 permitió despejar las dudas. El Chino, eso sí, lo celebró desde el vestuario.