El Gobierno de Ecuador anunció que brindará asistencia a Guayaquil para realizar mejoras en el estadio Monumental y así mantener la sede de la final de la Copa Libertadores 2022, que se disputará el 29 de octubre.

Ante los rumores sobre un potencial veto por Conmebol al estadio de Guayaquil por problemas de infraestructura, el ministro del Deporte, Sebastián Palacios, informó que brindará soporte. "Estamos avanzando la organización de la final de Guayaquil, con la coordinación de la federación ecuatoriana con la Conmebol, uno de los representantes está aquí en Ecuador para firmar un convenio entre el ministerio, la federación y la Conmebol. Estamos en camino de realizar con éxito esta final única".

"Estamos en este juego, tenemos que jugarlo y tenemos que salir adelante. En ese día, Guayaquil tiene que ser la ciudad más segura del mundo. Tenemos que activar un importante dispositivo de seguridad para que las experiencias negativas para los turistas se reduzcan al mínimo. Estamos a la altura", agregó en una declaración que también incluyó a Francisco Jiménez, Ministro de Gobierno y Gestión de la Política del Ecuador.

El pasado martes, Conmebol señaló que la final en la ciudad ecuatoriana estaba bajo monitoreo porque Barcelona, responsable del Estadio Monumental, aún no ha cumplido con las exigencias del organismo, indicó el diario Universo de Guayaquil. Pese a ello, el presidente del club, el exfutbolista argentino Carlos Alfaro Moreno, aclaró que el club es "sumamente" responsable con las adecuaciones del Monumental que ha determinado la Conmebol con miras a la final.

Esta no sería la primera vez en que la Conmebol cambia la sede de una final ya que en 2019 descartó a Santiago de Chile por la crisis política y social que sufría el país trasandino, y la final entre River y Flamengo se jugó en Lima, Perú, con la victoria del equipo brasileño por 2-1.