Decenas de equipos sueñan con llegar, pero solo dos tendrán la posibilidad de estar en Ecuador el 29 de octubre, más precisamente Guayaquil, cuando se dispute la final de la Copa Libertadores. Por eso, varios meses antes, una comitiva de la Conmebol voló hacia allí y comenzó los trabajos de inspecciones en la ciudad que será sede de este encuentro decisivo.

Las planificaciones son realizadas junto con autoridades de la Federación Ecuatoriana de Fútbol; Gobierno del país; Alcaldía de Guayaquil; Seguridad de la ciudad, además de representantes de salud, turismo, aeropuertos y hoteles. 

La Confederación Sudamericana de Fútbol estará hasta el próximo viernes en la ciudad y realizará por primera vez la visita de inspección de infraestructura, operacional y de seguridad en el estadio Monumental Isidro Romero Carbo de Guayaquil, escenario escogido para final.

En esta primera inspección, los trabajos se centran en relevamiento técnico y evaluación de infraestructura y operacionales de sitios oficiales: es decir, hoteles, aeropuertos y campos de entrenamientos, de cara al trascendental encuentro que se disputará el 29 de octubre del 2022. 

El gramado tuvo una especial atención por parte de la experta ingeniera agrónoma de la Conmebol, Maristela Kuhn, con el objetivo de que el estadio cuente con todas las exigencias enmarcadas por la entidad sudamericana para las finales de los torneos de clubes.

El equipo de inspección del ente rector del fútbol sudamericano instaló una mesa interinstitucional con autoridades de la FEF, Intendencia, Seguridad de la ciudad, para planificar las futuras operaciones durante la final.