Momentos de extrema tensión se viven en Santiago de Chile a pocas horas del comienzo de la reunión del Consejo Extraordinario de Presidentes de Clubes solicitada por la ANFP para determinar la cuota de jugadores extranjeros en los planteles que disputen el torneo de la Primera División. 

Las posiciones son completamente antagónicas y la casa madre del fútbol, encabezada por Pablo Milad no tendrá la última palabra. 

Por un lado las autoridades de los clubes proponen que cada club de Primera División tenga derecho a contratar seis futbolistas extranjeros en sus respectivos planteles. Así también, todos ellos podrán estar en cancha al mismo tiempo.

Mientras que el Sindicato de Futbolistas (SIFUP) contempla que sean los contratados pero que solo cinco firmen planilla para saltar al campo de juego. Algo similar a lo que sucede en nuestro país. La posición de los clubes, implica la posibilidad que por primera vez en la historia del fútbol chileno en el campo de juego podría haber más jugadores provenientes desde fuera de las fronteras que criollos.

Ante esta situación, Gamadiel García, el presidente del Sifup, eso sí, desligó de responsabilidad al presidente del fútbol chileno, Pablo Milad: El problema no es el directorio de la ANFP, es el Consejo de Presidentes. El Consejo de Presidentes creativo, que todos los años nos sorprende. Esta vez no es algo distinto a lo que vivimos el año anterior, pero no solamente está la problemática de los seis extranjeros. Tenemos problemáticas de contrato en Primera B y Segunda Profesional. Todos esos puntos se tienen que solucionar antes que empiecen el torneo, o tendremos que llamar a nuestras bases, ser consecuentes, y el torneo no podría empezar”.

Según comenta, el diario La Tercera, Milad necesita revertir cuatro votos para evitar un descalabro: la amenaza concreta de que la temporada no comience en los plazos establecidos originalmente.