Río de Janeiro se prepara para el evento futbolero más importante del año y albergar en el mítico estadio Maracaná la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense el próximo sábado 4 de noviembre. 

A diez días de semejante evento, las autoridades de la ciudad lidian con un grave problema de seguridad y una escalada de violencia que comenzó en las últimas horas del lunes, cuando milicias parapoliciales incendiaron al menos 35 colectivos, como represalia y en forma de protesta por el asesinato de uno de sus miembros a manos de las fuerzas policiales en un operativo que se llevó a cabo en la zona oeste de la ciudad lo que obligó a suspender el transporte público en la ciudad y paralizó el tráfico.

El grupo industrial Rio Onibus dijo que 20 de los vehículos eran autobuses urbanos, cinco formaban parte de la flota de transporte rápido de la ciudad y el resto eran autobuses fletados o turísticos.

Por su parte, el gobernador del estado de Río de JaneiroClaudio Castro, dijo que la operación suponía un "duro impacto" para la milicia. “Además de estar relacionado con el criminal (jefe de la milicia), actuaba como 'hombre de guerra' del grupo paramilitar, siendo el principal responsable de las guerras territoriales que aterrorizan a los residentes en Río”, escribió en redes sociales. 

Cabe destacar que las denominadas milicias de Río, a menudo compuestas por agentes y exagentes de policía, se convirtieron en una de las mayores amenazas para la seguridad de la región. 

A su vez, la Policía Militar informó de que detuvo a 12 sospechosos implicados en los incendios, además de impedir que 15 individuos prendieran fuego a un camión de carga en uno de los principales accesos a la ciudad.

Este violento episodio se suma, al cruel enfretamiento que protagonizaron las barrabravas de Flamengo y Vasco Da Gama, el domingo. Los fanáticos del “Fla” y del “Gigante de la Colina” se agarraron a los tiros cerca del estadio Maracaná, en una estación de tren. Este incidente dejó un fallecido y al menos cuatro heridos, según informó la policía militar. Se registraron al menos 40 detenidos además.