La organización del Torneo Preolímpico no quiere dejar ningún detalle librado al azar. El certamen que se disputa en Venezuela está llegando a la zona de definiciones, y por eso el ente rector del futbol del continente estuvo monitoreando los escenarios donde los equipos sudamericanos se jugarán el boleto para llegar a los Juegos Olímpicos de este año, y tomó una determinación.

En ese contexto y atendiendo a ese tema en particular, una comitiva compuesta por dirigentes de Conmebol y del Comité Organizador Local (COL) estuvo en el Estadio Metropolitano de Lara, en la ciudad de Barquisimeto, en tres oportunidades.

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Es oportuno resaltar que Deportivo Lara, dueño de este recinto, no está jugando en la élite del fútbol venezolano por una sanción debido a impagos económicos que le valió una sanción por parte de la Liga Futve.

Si bien el césped del Estadio Metropolitano de Lara en la última inspección del año pasado mostraba deficiencias, el plan presentado por el gobierno local proponía una recuperación total y un estado óptimo para el momento de la competencia.

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No fue así y Conmebol optó por activar su plan B y mudar el cuadrangular final a Caracas para disputarlo en el Nacional Brígido Iriarte. Si bien no se cumple lo que dice el reglamento, que pide un escenario con capacidad para más de 15 mil personas, saben que está en óptimas condiciones para una disputa de esta instancia y creen que la cantidad de espectadores no será un problema.

Hasta el momento, cabe recordar, en los días que van desde que dio comienzo el torneo clasificatorio a la cita de París, se disputaron cinco partidos en el estadio Misael Delgado de Valencia e igual cantidad de encuentros en la sede de Caracas, pero en el estadio Nacional Brígido Iriarte.

La posibilidad que se barajó también fue la del Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela, inaugurado el 5 de diciembre de 1951, apto para 20723 personas.

Más allá de esto, el certamen tendrá su etapa final en Caracas y no en Barquisimeto como se había planificado en un principio.