Esta noche, en Victoria, Tigre hace su debut oficial en esta nueva edición de la Copa Sudamericana 2023. La particularidad es que su primer rival será San Pablo de Brasil, un equipo con el que guarda historia y que no le trae gratos recuerdos. Y pensando en la convivencia dentro del estadio, para la Seguridad es una señal de alerta para apuntalar el operativo y reforzar controles para que no haya desbordes.

El antecedente ocurrió el 12 de diciembre de 2012, cuando ambos equipos protagonizaron la final del mismo certamen continental. La ida terminó 0-0 en el estadio de Boca y la vuelta se disputó en el mítico estadio Morumbí.

Los jugadores del equipo argentino, dirigidos por Néstor "Pipo" Gorosito, fueron agredidos en la zona de vestuarios en el entretiempo, cuando perdían por 2-0. Ante esos hechos de violencia contra los jugadores, Tigre no salió a jugar el segundo tiempo en señal de protesta. Ante esta situación, el encuentro se dio por finalizado y el conjunto paulista fue proclamado campeón.

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La herida nunca se cerró desde aquel entonces y ahora el destino hizo que ambos equipos se vuelvan a encontrar y, para colmo, por la misma competición. El problema ahora lo tiene la seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que es consciente de esta rivalidad y califica este encuentro como de “alto riesgo". En los días previos a este partido, desde la barrabrava de Tigre amenazaron a los torcedores paulistas y les dijeron que no se acerquen al estadio “con niños y mujeres”.

Los torcedores, conscientes de esta situación, empezaron a buscar aliados en el país. Y hoy la hermandad la tienen con Chacarita, enemigo histórico del ‘Matador’. Es más, según pudo saber este medio, la barra de San Pablo hará base en las instalaciones del ‘Tricolor’ y recibirán un “asado de bienvenida”.

Según pudo saber Doble Amarilla, Aprevide ya se comunicó con los tres clubes y se coordinaron acciones de seguridad para evitar que haya inconvenientes en el estadio. Habrá entre 600 y 700 efectivos policiales y varios anillos de seguridad antes de ingresar al lugar. Es más, también habrá cacheos en la autopista Panamericana, en especial a los hinchas visitantes.

La incertidumbre por lo que pueda pasar en el estadio es tal que incluso ayer por la noche hubo gente de la seguridad de San Pablo observando cómo se llevaba adelante el operativo policial para el partido de Gimnasia ante Universitario de Perú, en El Bosque.

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Del Instagram de torcidaindependenteoficial

Un detalle no menor del operativo es cómo se comportará la hinchada de Chacarita, ya que muchos de ellos cuenta con entradas para ir a ver el partido tras un obsequio que hicieron sus pares de San Pablo. Según cuentan a este medio, la seguridad los instó a devolver las entradas y a no presentarse bajo ninguna circunstancia en las inmediaciones del estadio del ‘Matador’.

Chacarita, que marcha primero en su zona en la Primera Nacional, está obligado a mostrar un buen comportamiento para evitar cualquier tipo de sanción, de acuerdo a lo que establece la Ley de Violencia en el Deporte. Un dato no menor es que el próximo sábado, desde las 17 horas, recibirán a Atlanta, su clásico de toda la vida. El mensaje de la seguridad para la barra de Chacarita fue claro: se apartan o hay sanciones para el próximo partido.

El partido entre funebreros y paulistas se jugará desde las 21 horas en el estadio José Dellagiovanna, será televisado por DirecTV y contará con el arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich, mientras que el VAR estará a cargo del chileno Angelo Hermosilla.