Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, se hizo presente en el partido de vuelta de octavos de Copa Libertadores entre Flamengo y Defensa y Justicia, disputado en el Estadio Mané Garrincha de Brasilia. Fue el primer encuentro con público en octavos de Libertadores y Sudamericana tras la autorización de Conmebol.

Para el choque, el gobierno del Distrito Federal exigió que los hinchas presenten test negativo de PCR hecho 48 horas antes del encuentro como máximo. También se exigió que se presenten solamente fanáticos vacunados, pero finalmente reculó. El uso del tapabocas, obligatorio.

Flamengo-Defensa y Justicia, además de ser el primer cruce con público en octavos Libertadores y Sudamericana, fue el juego con mayor público desde el inicio de la pandemia (alrededor de 15 mil). Anteriormente, el máximo había sido Santos-Palmeiras, final de la anterior edición de la Copa, que contó con 8 mil espectadores.